La Fiscalía General de la Nación logró la condena a 8 años de prisión en contra de Ingrid Johana Carvajalino Barbosa, tras la estafa simultánea a decenas de personas, entre ellas, altos mandos del Ejército Nacional y soldados quienes, perdieron su dinero tras promesas de aumentos salariales, viajes y traslados nacionales e internacionales a cambio de una comisión en dinero.
Con fundamento en los elementos materiales probatorios la Fiscalía determinó que “la Capitana” como se hacía llamar, incurrió en los delitos de estafa agravada en modalidad masa y en el de uso ilegal de uniformes e insignias de la fuerza pública.
“Se paseaba con facilidad en clubes y estamentos militares, decía que era hija de un coronel y según dicen, enamoraba a los uniformados para quitarles dinero con promesas de viajes, ascensos y adjudicación de cupos para la entrega rápida de viviendas de interés social”, sostuvo una de las víctimas, quien perdió más de 12 millones de pesos.
Asimismo, se acreditó como víctima uno de los uniformados, quien manifestó que “la salida estaba prevista para el 15 de febrero siguiente como integrante de una Comisión de Paz al Sinaí (Egipto) y ella no salió con nada”, al asegurar que le consignó más de dos millones de pesos para salir del país.
A otros servidores de la fuerza pública de escasos recursos les ofrecía viviendas de interés social, a cambio de un cupo que costaba de entre 700 a 2500 mil pesos, señalaron los afectados vinculados al proceso.
De otro lado, la Fiscalía corroboró que Carvajalino Barbosa investigaba los datos de las familias de los soldados enviados a zonas rurales con problemas de orden público, con el fin de pedirles el envío de dinero para supuestamente sufragar los gastos de sus padres o hermanos, quienes atravesaban por una mala situación económica.
La orden de captura fue expedida por un juzgado de garantías en junio de 2015 y se hizo efectiva el 17 del mismo mes y año, fecha desde la cual permanece recluida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.