75% de los colombianos no controla sus finanzas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Agosto de 2013

La mayor parte de los colombianos no sabe manejar sus finanzas ni controla sus gastos, de acuerdo a una reciente encuesta entre 1.600 personas realizada por el Banco de la República.

Indica el Emisor que apenas el 25 por ciento de los consultados manifestó saber efectivamente cuánto gasta cada día en su sostenimiento y el manejo del presupuesto.

En la primera Encuesta de Capacidades Financieras (ECF), el Banco de la República con el apoyo del Banco Mundial, recogió la información sobre los comportamientos de los colombianos en la administración diaria del dinero, su planificación para eventos futuros y el uso de productos y conocimientos financieros. La encuesta se realizó durante junio y julio de 2012 a personas de más de 18 años que toman decisiones financieras propias o de su hogar.

Entre las principales conclusiones de la consulta, el Emisor señala que el 91 por ciento de las personas seleccionadas para la encuesta manifestó ser responsable de algún aspecto de los gastos del hogar y en la mayoría de los casos el papel de la mujer es fundamental.

Indica el Banco Central que “apesar de que casi todos los colombianos informan que realizan un presupuesto, la administración diaria del dinero es imprecisa. Si bien el 94% de los colombianos informa que presupuesta el modo en que utilizará los ingresos, menos de una cuarta parte de los encuestados controlaba activamente sus gastos o sabía con certeza cuánto tenía disponible para gastar diariamente”.

Del total de encuestados, un 72% reportó no tener algún producto de ahorro y un 45% no tenía ningún producto financiero. También se encuentra un análisis de datos de los corresponsales bancarios que quienes utilizan los servicios de los corresponsales bancarios son principalmente las personas con capacidades y conocimientos elevados.

Otro de los datos importantes de la encuesta es que solo el 41% de la población de menos de 60 años había tomado medidas para poder afrontar la totalidad de sus gastos en la vejez, a pesar de que el 88% manifestó preocupación por su capacidad para cubrir esos gastos. Las estrategias más comunes que se planteaban para pagar los gastos de la vejez eran ahorrar y continuar trabajando hasta una edad avanzada.

Solo un tercio de los encuestados fue capaz de calcular una tasa de interés simple, lo que indica que la población general tiene dificultades para interpretar porcentajes. Si bien cerca del 69% de la población encuestada dijo que nunca le habían enseñado a administrar el dinero, la mayoría respondió correctamente las preguntas sobre conocimientos matemáticos básicos, la definición de inflación y el concepto de intereses.

Señala el análisis que a pesar de que el plazo de su horizonte de planificación es relativamente corto, más del 80% de los colombianos señala tener una firme orientación hacia el logro de sus objetivos. La mayoría de los encuestados señaló que trabaja duro para estar entre los mejores, tiene muchas aspiraciones y busca oportunidades para mejorar su situación.

El 18% de los encuestados no informó de planes financieros, un 25% dijo que su marco temporal de planificación era de una semana o menos y un 21% indicó que tenía un horizonte de entre una semana y un mes.

Destaca entre los encuestados que “el 65% de ellos con ingresos bajos, como lo son los ancianos, los que están empleados en el sector informal o tienen una educación limitada, reportaron dificultades económicas. Más de la mitad de los que informaron que no les alcanzaba el dinero, dijo que pedía prestado a familiares y amigos para aliviar la dificultad financiera, mientras que un 28% del total de encuestados dijo que debía dinero a alguien”.

En el análisis del Banco de la República, se explica que “más colombianos planifican para la educación de sus hijos y no para las situaciones imprevistas, la vejez o la jubilación. Tres cuartas partes de los encuestados tenían hijos a su cargo y un 85% de ellos había hecho planes para encargarse de su educación. Sin embargo, de los que tenían previsto un aumento considerable de los gastos en el futuro, solo el 23% pensaba que podría pagarlo; en esta situación, las personas de bajos ingresos eran las más vulnerables”.