Los mercados de ciudades como Bogotá, Medellín y Cali son abastecidos por pequeños productores. Sin embargo, dos terceras partes de ellos se encuentran en situación de pobreza. Así lo concluyó un estudio realizado por la Universidad Nacional.
El Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural (Gigdr), de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Sede Bogotá, se dio a la tarea de encuestar a 400 hogares campesinos de Cundinamarca, Boyacá y la ruralidad de Bogotá, Meta y Tolima como parte del proyecto “Acceso a Mercados y Seguridad Alimentaria en la Región Central de Colombia”.
Las conclusiones de ese trabajo se dieron a conocer durante el Foro Académico que lleva el mismo nombre y en el cual se presentaron los resultados de investigaciones realizadas por más de una decena de estudiantes de pregrado y posgrado de la Facultad.
Dentro de los resultados también encontraron que la mayoría derivan sus ingresos principalmente de la agricultura a pesar de que el acceso a la tierra es limitado (en promedio 3,3 hectáreas y en calidad de propietarios de 2 hectáreas), tienen una alta presencia de menores de edad y adultos mayores, una edad promedio por familia de 47 años y un bajo nivel de escolaridad.
Asimismo, el 39% del ingreso es invertido en alimentación y destinan menos del 20% de la producción al autoconsumo.
“Los cárnicos, las frutas y las verduras son los alimentos menos consumidos por los hogares campesinos encuestados”, añade Ómar Gutiérrez, uno de los investigadores principales del proyecto.
En cuanto a los ingresos obtenidos a través de su participación en Mercados Campesinos, la iniciativa que surgió en 2004 desde las organizaciones campesinas y comunales, apoyada por el Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativo (ILSA) y la ONG Oxfam, el 85% de los hogares destina parte de estos a la compra de alimentos.