Bogotá necesitará un plan de intervención de vías a largo plazo, por lo menos unos 20 años, con una inversión anual no menor a los 500 mil millones de pesos para reducir dramáticamente los porcentajes de vías sin mantenimiento, según los resultados de un estudio técnico del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
De acuerdo con este informe, los recursos para el saneamiento de la Malla Vial de la ciudad, promedio anual de 150 mil millones de pesos, provienen específicamente de los ingresos de la sobretasa a la gasolina.
No obstante, estos recursos, reza el documento, no alcanzan siquiera para recortar la brecha dejada por las administraciones anteriores durante los pasados 40 años. “Estos dineros solo sirven para acometer obras de mantenimiento para tapar huecos en una mínima proporción a su velocidad de aparición en las vías capitalinas”.
Para el director del IDU, William Fernando Camargo Triana, “no vamos a solucionar el grave problema de los huecos de la ciudad en 1 año. La Solución debe ser estructural y con los recursos suficientes para que las vías tengan intervenciones cada vez más rápidas y definitivas”.
En ese mismo sentido, el organismo señaló que se debe aclarar que no existe un recorte sobre los dineros específicos destinados para esa labor a través de la sobretasa a la gasolina, puesto que son recursos con destinación por ley para este fin.
“Algunos recursos ‘extras’ derivados de transferencias del distrito debieron ser invertidos en otras prioridades de la ciudad en materia de educación y salud, entre otros”, dice el documento.
En cálculos y proyecciones de la Secretaría Distrital de Planeación, los ingresos por sobretasa para la vigencia 2015 alcanzarían el monto de 107.305 millones de pesos, recursos que podrían aumentarse de acuerdo al consumo del combustible durante el mismo lapso.
El estudio también concluyó que una estrategia de mantenimiento de vías impulsada desde el Instituto se enfocaba en los llamados distritos de conservación, “que no eran más que zonas escogidas de la ciudad para licitar su cuidado en un término de varios años financiadas con vigencias futuras. Desafortunadamente esta propuesta fue satanizada por lo que debió relegarse”.
Camargo Trina precisó que “sin el mantenimiento preventivo de los huecos se hacen más grandes y exigen obras más complejas, profundas y costosas”.
El más reciente estudio del IDU determinó que el estado de las vías en la Malla Vial Local es de un 18% bueno, 24% regular y 58% malo. En cuanto a la malla vial intermedia el estado es de un 56% en buen estado, un 11% en regular y un 33% en malo. Para la malla vial arterial el panorama es mejor con un 68% en buen estado, un 15 por ciento en regular y un 17% en malo.
Desde la Administración Distrital se han adoptado tecnologías como la máquina tapahuecos para asistir la malla vial, sin embargo, la estrategia ha sido ampliamente criticada por sus costos e incumplimiento en el avance del contrato, que precisamente ya fue prorrogado para intervenir varias zonas de la ciudad.