“Cerca de500 niños, niñas y adolescentes bogotanos piensan o han intentado quitarse la vida”, alertó la concejala Martha Ordóñez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), en la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
La cabildante hizo un llamado para no descuidar cualquier tipo de alerta de los niños y adolescentes debido a que es una población sensible a los intentos de quitarse la vida.
Y es que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la segunda causa de muerte entre las personas de 10 a 24 años y en Colombia aproximadamente 200 menores de 18 años se quitan la vida al año.
La concejala Ordóñez informó que la Secretaría de Salud en las líneas 123 y 106, donde se atiende este tipo de emergencias y se brinda orientación psicológica, recibe en promedio cerca de 30 casos por mes de niños, niñas y adolescentes con pensamientos o intentos de suicidio.
En Bogotá, durante el 2012 se quitaron la vida cerca de 25 menores de 18 años, de acuerdo con los expertos en este tema; los motivos pueden ser múltiples: la falta de valores en la familia, la soledad por la apatía de los padres, las responsabilidades académicas, el matoneo escolar, el abuso sexual, las desilusiones amorosas, el acceso indiscriminado a las redes sociales y medios de comunicación sin la orientación adecuada.
Según los reportes de Medicina Legal, Bogotá es la tercera región del país con mayor reporte de suicidios, después de Valle del Cauca y Antioquia, con un promedio de 240 casos por año. Las localidades con mayor reporte son Suba, Kennedy y Usaquén.
Las cifras de los últimos años han mostrado que este fenómeno en temas como días u horarios no tiene patrones fijos; de acuerdo con Medicina Legal en el primer semestre de 2013, el jueves fue el día en el que más casos se presentaron y el rango horario con más reportes fue de 6 de la tarde a 12 de la noche. En años anteriores los días de mayor ocurrencia eran el sábado y el domingo en la madrugada.
Sin embargo, los principales métodos de suicidio siguen siendo los mismos, el ahorcamiento ocupa el primer lugar, seguido por la intoxicación y caída al vacío.
De acuerdo con la concejala Ordóñez, la prevención del suicidio debe ser un trabajo conjunto, los padres y docentes deben aprender a escuchar, estar atentos a cualquier síntoma de tristeza, al desinterés que puedan presentar a sus actividades diarias, aprender a escuchar sin juzgar, tomarnos el tiempo para saber qué los hace felices, qué los pone tristes y qué piensan en general de la vida.
Según la OMS cada año se suicida casi un millón de personas en el mundo. En los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60 por ciento.