376 denuncias por anomalías: MOE | El Nuevo Siglo
Lunes, 31 de Octubre de 2011

No menos de 376 denuncias ciudadanas por presuntas anomalías electorales, de las cuales diez fueron por violencia política, 135 se clasificaron como irregularidades, 31 intervenciones indebidas en política de funcionarios públicos, 17 omisiones de autoridades y 31 denuncias de alteración de resultados, reportó la Misión de Observación, MOE.

Las principales irregularidades registradas por este organismo de seguimiento electoral fueron, constreñimiento al elector, participación indebida en política de funcionarios públicos, fallas logísticas en la organización electoral, compra y venta de votos, urnas con tarjetones al inicio de la jornada y tarjetones marcados, suplantación de votantes y jurados, fallas en la implementación del sistema, identificación biométrica y publicidad indebida.
Se pudo establecer que hubo compra y venta de votos en Riosucio (Chocó), Puerto Gaitán (Meta), Soledad (Atlántico), Piendamó y Timbío (Cauca) y Yopal (Casanare) se encontraron tarjetones marcados. Mientras que en Barranquilla, Malambo (Atlántico) y algunos barrios de Medellín (Antioquia), Marmato (Caldas), Sincé (Sucre), Cartagena, Arjona, Santa Catalina, Magangué (Bolívar), Risaralda, Quimbaya, Armenia, Pijao (Quindío), Piendamó y Timbío (Cauca) y Cubaral (Meta).
La suplantación de votantes se detectó en Remolino (Magdalena), San Jacinto (Bolívar), Chía y La Calera (Cundinamarca). A la vez que en Toluviejo (Sucre) se presentó suplantación de jurados.
En 121 puestos de votación fueron trasladadas 627 mesas, en 53 municipios. La propaganda negra se vio principalmente en la capital del Valle del Cauca, donde fueron hallados 24.000 volantes y El Dorado (Meta) donde se encontraron 70.000.
Este fue el panorama que la Misión de Observación Electoral consignó en las elecciones a alcaldías, gobernaciones, concejos y juntas de administración local en 2011.
La directora de la MOE, Alejandra Barrios, denunció también la entrega de publicidad política, que está prohibido, sobre todo en casas aledañas a los sitios de votación.
"Como las casas están protegidas por el derecho a la intimidad, lamentablemente entonces la autoridad no puede ingresar a las casas para verificar que es lo que está pasando al interior de las viviendas, si solamente hay entrega de publicidad electoral o hay algún tipo de comportamiento que pueda conllevar a la compra y venta de votos", señaló.