Pagar el sueldo sumaría más de $800 millones cada 30 días. Así como el valor de los boletos aéreos para visitar sus regiones llegaría a $179 millones. La seguridad de ellos rondaría los $392 millones y las UTL $560 millones
Por efectos de la Reforma de Equilibrio de Poderes y el acuerdo de paz habrá 28 escaños nuevos en el Congreso que se elegirá el próximo año, que le costarían cerca de $2 mil millones mensuales al erario, sumando el sueldo de estos congresistas (sin contar las dos primas en junio y diciembre), los tiquetes aéreos a que tienen derecho para viajar a sus regiones, los costos de la seguridad así como de la Unidad de Trabajo Legislativo.
El Parlamento colombiano cuenta con 268 escaños: 102 curules en el Senado de la República por circunscripción nacional y 166 escaños en la Cámara de Representantes, que son repartidos entre los 32 departamentos y Bogotá de manera proporcional atendiendo al número de su población.
No obstante el próximo Congreso de la República tendrá 296 curules como consecuencia de la Reforma de Equilibrio de Poderes y el acuerdo de paz.
Equilibrio de Poderes estableció dos curules más a partir de 2018, una en la Cámara y la otra en el Senado, para la fórmula a la presidencia que ocupe el segundo lugar en las elecciones.
En tanto que producto de la implementación del acuerdo de paz en materia de participación política las Farc tienen garantizadas 10 curules en el Parlamento de 2018 y 2022, cinco en el Senado y cinco en la Cámara, en caso de que en las urnas no logren escaños.
Este número de escaños a ‘dedo’ para las Farc se vería reducido en el caso que logren curules por la vía del voto.
También como resultado del acuerdo en el Congreso del 2018 y el que sea elegido en 2022 habrá 16 curules más en la Cámara por la nueva circunscripción especial de paz, con lo cual se pretende dar representación política a regiones marginadas que han sido gravemente afectadas por el conflicto armado.
Estas circunscripciones estarán ubicadas en regiones como Catatumbo, en Norte de Santander; Arauca, Arauquita y Saravena, en el departamento de Arauca, y los municipios del Urabá antioqueño y chocoano.
A pesar de este cambio, el Congreso de Colombia no cambiará su sexto lugar por número de parlamentarios que tiene en la actualidad en el continente americano, pues en la quinta casilla está el Parlamento de Argentina con 329 diputados.
Los costos
Para nadie es un secreto que la mayoría de los colombianos no tiene una imagen positiva de sus congresistas, a pesar de que son parte clave de nuestra democracia, pues encarnan la representación del pueblo en uno de los poderes públicos, hacen las leyes y reformas constitucionales, y deben ejercer control político al gobierno de turno.
Muchos colombianos asocian a los congresistas con la politiquería y el clientelismo, sin embargo, una de las críticas más recurrentes es que ganan mucho en comparación con el sueldo de la mayoría de los colombianos.
“El próximo Congreso de la República tendrá 296 curules por la Reforma de Equilibrio de Poderes y el acuerdo de paz”
Vale decir que nuestros parlamentarios son los terceros con los sueldos más altos en Latinoamérica, solo superados por sus colegas de Argentina y Brasil.
Producto del acuerdo que el Gobierno nacional logró en junio pasado con los trabajadores oficiales en la negociación del incremento de este año (6.75 por ciento), el salario de los senadores y representantes pasó de $27.929.064 en 2016 a $29.814.276, el cual se hizo retroactivo a enero pasado.
Sin embargo para hacer el ejercicio de cuánto le costaría al erario mensualmente las 28 nuevas curules en el Congreso que será instalado por el presidente Santos el 20 de julio de 2018, lo primero que hay que hacer es calcular cuál sería el salario de un parlamentario el próximo año.
Ello no es tan difícil porque es poco probable que para esa época el Legislativo se dé la pela modificando el sistema que permite que sus sueldos crezcan como la espuma. En la pasada legislatura no le dieron debate a un proyecto de la senadora Claudia López que ponía un techo de 25 salarios mínimos.
Ello implicaría que a valores de hoy, los congresistas ganarían una asignación mensual de $18.442.925, en lugar de los $29.814.276 que obtienen en 2017.
Mientras que también en la pasada legislatura la Comisión Primera del Senado aprobó en primer debate un proyecto del Centro Democrático que ataba por cuatro años las asignaciones de los parlamentarios al crecimiento en pesos del salario mínimo. Sin embargo, luego la plenaria de esta Corporación no le dio debate precipitando su hundimiento.
Esta iniciativa de ley establecía que “a partir de la entrada en vigencia del presente acto legislativo y por el término de cuatro años, la asignación de los miembros del Congreso de la República será reajustada anualmente por el mismo valor en pesos en que se incremente el Salario Mínimo Mensual Legal Vigente por parte del Gobierno nacional”.
No obstante, la senadora Paola Andrea Holguín Moreno (Centro Democrático) le dijo a EL NUEVO SIGLO que “vamos a presentar nuevamente el que busca que el salario de los congresistas casi que se congele durante cuatro años consecutivos”.
Dejando de lado la suerte que pueda correr esta iniciativa del Centro Democrático que se anuncia, lo más probable es que el salario mensual de los congresistas el próximo año sea de unos $31.603.000, ello si el incremento que pacte el Gobierno con los trabajadores oficiales se sitúe en un 6% aproximadamente.
De ser así, el salario mensual de esos 28 nuevos congresistas en 2018 le costaría a las arcas del Estado $884.887.724.
Sin embargo son más los gastos que genera un congresista, pues los que son de fuera de Bogotá tienen derecho a ocho tiquetes aéreos mensuales para visitar sus regiones. Es decir, los 28 nuevos parlamentarios consumirían 224 tiquetes cada 30 días.
Partiendo de la base que cada tiquete cueste un promedio de $800.000, los boletos aéreos de los nuevos parlamentarios sumarían mensualmente $179.200.000.
También hay que sumar el costo de la seguridad para quienes ocupen estas 28 curules, lo que comprende escoltas y carro blindado. En ese sentido un cálculo modesto sería de $14 millones por cada uno de ellos, para un total de $392 millones mensuales.
UTL
No se puede dejar de lado el costo que tiene la UTL (Unidad de Trabajo Legislativo) que el Estado provee a cada parlamentario para apoyar su trabajo. Máximo son 10 personas entre asesores, prensa, secretaria, entre otros.
Si los 28 nuevos escaños justificaran la necesidad de 10 colaboradores en su UTL, serán 280 personas más que el Estado tendrá que pagar por sus costos laborales. Si por ejemplo cada uno de estos servidores ganara un promedio de $2 millones mensualmente, el costo total sería de $560 millones.
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