Trazada tiene su hoja de ruta el Partido Alianza Verde para los comicios regionales de 2015. Este año espera terminar de instalar las direcciones regionales en todos los departamentos, en tanto que el Congreso Nacional será en el primer semestre del próximo año.
En ese camino la colectividad previamente viene trabajando en la conformación de las nuevas direcciones regionales, que reflejen el nuevo escenario político de la que fue el resultante tras la fusión en septiembre del año pasado del Partido Verde y el Movimiento Progresistas.
El copresidente de la Alianza Verde, el concejal de Bogotá Antonio Sanguino, le dijo a EL NUEVO SIGLO sobre el particular que “nosotros estamos haciendo asambleas departamentales en todo el país. Ya hemos hecho a la fecha 18 asambleas. Este fin de semana vamos a hacer tres en el Eje Cafetero (Manizales, Pereira y Armenia), con lo cual haríamos 21 asambleas departamentales”.
El dirigente político dijo que en cada una de estas asambleas se ha procedido a elegir una dirección departamental, “y con ello empezamos a estructurar el Partido y a unificar todas las tendencias del Partido alrededor de un solo organismo de dirección”. La asamblea de Bogotá se tiene previsto realizarla el 22 de noviembre próximo.
Añadió Sanguino que al término de todas las asambleas regionales y la elección de las respectivas direcciones departamentales, “ahí sí nos vamos a un retiro espiritual para hacer un mapa de cómo está la cosa electoral en el país”, lo que se constituiría en la primera actividad de la Dirección Nacional de la colectividad en el año entrante.
En ese sentido a más tardar en febrero del próximo año, la colectividad tendría clara la estrategia que desplegaría para los comicios regionales del 25 de octubre de 2015, cuando se elegirán gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles.
Direcciones regionales
La conformación de las estructuras regionales, que incluso desde la época del Partido Verde no se llegó a tener en algunos departamentos, es un objetivo vital para la Alianza Verde para enfrentar los comicios territoriales del año próximo y aprovechar la presencia que hoy tiene en 681 municipios de todo el país.
Cada una de estas direcciones departamentales tiene la misión de promover y dirigir la campaña en su respectiva jurisdicción para los diferentes cargos que están en juego, comenzando con el proceso y selección de los candidatos.
En este proceso la nueva dirección del Valle del Cauca quedó conformada por 35 personas que estarán a cargo de estudiar y ejecutar las estrategias políticas que permitan alcanzar altos niveles de aceptación en la comunidad.
En tanto que en el departamento de Casanare la dirección departamental quedó integrada por 11 directivos, quienes serán los líderes de sus comunidades y los responsables de afianzar esta colectividad política en el departamento.
El Comité Ejecutivo Nacional de la colectividad ha impartido la directriz que las direcciones departamentales se constituirán con base en el consenso de todos los sectores, tendencias, grupos, que hoy tienen presencia en el Partido (llámense antiguo Verde, Progresistas, Nueva Ciudadanía, Podemos Cali, independientes). Igualmente los sectores o liderazgos que existieron en la campaña presidencial de Enrique Peñalosa y que desean trabajar con el Partido; de igual manera, sectores políticos nuevos que expresen la misma intención.
Las direcciones departamentales deben expresar también la variedad de sectores sociales y grupos poblacionales que tengan presencia en el territorio y en el Partido: mujeres, jóvenes, afrocolombianos, indígenas, población Lgbti, sindicalistas, campesinos, cooperativistas, intelectuales, empresarios, ambientalistas, gestores de paz, promotores de derechos humanos, profesionales, gestores culturales, animalistas, jubilados, promotores deportivos, desempleados, artesanos, comerciantes y víctimas del conflicto.
La Alianza Verde mantuvo varios de los ejes programáticos del antiguo Partido Verde como su compromiso con la paz y la resolución de los conflictos por la razón así como la lucha contra la corrupción y el clientelismo.
En tanto que el sector del Progresismo aportó su visión sobre un modelo económico y social incluyente, comprometido con la justicia social, que garantice con la intervención del Estado, en armonía con las fuerzas del mercado, cerrar la brecha de ingresos y oportunidades entre los colombianos, acelerar el desarrollo y ampliar el bienestar, teniendo como ejes centrales la educación y el equilibrio ambiental.