En el  balance realizado por el Gobierno sobre la gestión realizada hasta ahora  en el manejo de la economía, el presidente Juan Manuel Santos reconoció que existen algunos nubarrones negros en el crecimiento.

Varios de estos nubarrones, que ya son un problema para el rendimiento del Producto Interno Bruto, PIB, del país, tienen que ver con el comportamiento de la industria, los resultados del sector agropecuario, la desaceleración del consumo, la baja ejecución de obras y el impacto de la revaluación en casi todos los sectores de la actividad económica.

Es innegable los éxitos del Gobierno en atacar el desempleo, proporcionar soluciones habitacionales a la población, extender la educación gratuita para los estudiantes, incrementar la conectividad de internet a casi 6 millones de colombianos y mantener los programas de Familias en Acción, así como impulsar un manejo transparente a los recursos de las regalías.

Asimismo, durante esta administración se ha llegado a niveles históricos de inversión extranjera y al aumento considerable de las reservas internacionales, se ha mantenido en promedio un crecimiento del PIB de 4,8 por ciento y una baja inflación por debajo del 3 por ciento.

Estos hechos fueron los que permitieron que la semana pasada la firma  Fitch otorgara un mejoramiento en la perspectiva de estable a positiva la calificación de deuda soberana de Colombia, nota que está a la par con la otorgada por S&P en agosto de 2012.

Otro elemento que debe servir para respaldar los efectos positivos de las calificadoras, son el desarrollo de la reforma tributaria, el crecimiento en el recaudo del gobierno y la consolidación fiscal.

En Colombia, los indicadores de actividad económica para el cuarto trimestre de 2012 sugieren que el consumo privado creció un poco menos que en los dos trimestres anteriores, un aspecto que se debe estudiar con detenimiento para dar soluciones a corto plazo.

Los principales analistas tanto del Bancolombia como de Correval sostienen que Colombia se encuentra en una fase de desaceleración que puede definirse como un aterrizaje suave.

En efecto, la proyección anual de crecimiento para 2012 se revisó a la baja, desde 4,9% hasta 4,2%. Este menor dinamismo obedece a varios factores: en primera instancia, el crecimiento del PIB en el 1T12 fue 4,7%, inferior al pronóstico inicial y al revisado (5,5% y 5,1%, respectivamente).

Por su parte, el sector externo continuaría en una fase de desaceleración, debido al menor desempeño de los socios comerciales de Colombia, la evolución de los precios internacionales de las materias primas y restricciones en la oferta de algunos sectores.

Por el lado de la oferta, los indicadores líderes de la industria sugieren de nuevo una caída en la producción de este sector en diciembre, mientras que los del comercio indican que se presentaría un crecimiento aceptable. Con lo anterior, los analistas privados estiman que el crecimiento económico de 2012 se situaría en un intervalo entre 3,3% y 3,9%.

Asimismo, el crecimiento económico del primer trimestre de 2013 estará afectado por los menores días hábiles que tiene el periodo, así como por los choques de oferta registrados en las exportaciones de carbón y por el riesgo de una menor demanda desde Venezuela.

Otro elemento que se debe revisar es que ladesaceleración en la inflación, mayor que la esperada, se ha dado en un contexto de una brecha negativa del producto, situación que puede mantener las expectativas de inflación en niveles bajos por un mayor periodo de tiempo.

Asimismo, se debe tener en cuenta que en enero de este año el crédito siguió desacelerándose pero a un menor ritmo. Además, la tasa de cambio sigue en el terreno de la revaluación, con una cotización cercana a los 1.800 pesos, nivel que no sirve para elevar la competitividad de los productos nacionales en los mercados externos.