En la actualidad en la cárcel Nacional Modelo hay 9 casos y en la cárcel La Picota 4, uno de ellos se presentó la noche del martes debido a un traslado desde la ciudad de Bucaramanga. La Secretaría Distrital de Salud recuerda que estos casos han estado bajo estricta observación y han recibido tratamiento supervisado, medida efectiva que posibilita el control de la transmisión de la enfermedad al resto de la población.
La Secretaríade Salud en coordinación con el Inpec, Caprecom, la Organización Panamericana de la Salud, el Ministerio de Salud y Protección Social y demás actores presentes en los centros de reclusión, han venido desarrollando acciones encaminadas al mejoramiento de la atención en salud y la calidad de vida de las personas privadas de la libertad, el personal de guardia y el talento humano administrativo de los centros.
Estas acciones contemplan la promoción y prevención en salud, identificación de signos y síntomas, canalización para el diagnóstico de tuberculosis, VIH, Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y enfermedades inmunoprevenibles, con el fin de realizar oportunamente su tratamiento, seguimiento y vigilancia epidemiológica.
En estos centros de reclusión, en particular con el personal interno (entre reclusos, guardias y personal administrativo), se ha efectuado un proceso de educación no formal que ha permitido certificar a más de 50 personas por año como gestores de salud, puente de comunicación entre la población privada de la libertad y el servicio de salud de los centros penitenciarios. Se han desarrollado jornadas de sensibilización en deberes y derechos, signos y síntomas de enfermedades, rutas de atención, su canalización y acompañamiento durante el tratamiento, el cual, para el caso de la tuberculosis es de seis meses y para otros eventos crónicos como la hipertensión o la diabetes son de por vida.
También la Secretaría, a través de los Hospitales: Del Sur, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Chapinero, realiza el proceso de evaluación y certificación de las condiciones higiénico- sanitarias de los centros de reclusión, y emite el concepto técnico con las recomendaciones necesarias acorde a los hallazgos. Las recomendaciones se aplican, por ejemplo, en la elaboración, distribución y conservación de alimentos, arreglo de baterías sanitarias, ocupación de las celdas, ventilación, adaptación de sitios de aislamiento, condiciones locativas y operativas en el traslado de internos a otros centros, entre otros.