13 AÑOS DE TORTURA | El Nuevo Siglo
Lunes, 19 de Diciembre de 2011

 

El 13 del mes en curso se alcanzaron 13 años de las torturas sicológicas y económicas que el Estado aplica a los oficiales de la Fuerza Aérea capitán César Romero, teniente Johan Jiménez, coronel Sergio Andrés Garzón y mayor Lamilla. Les imputa la muerte de 17 civiles el domingo 13 de diciembre de l988 en Santo Domingo, caserío de Tame, Arauca. Desde un principio saltó a la vista que la tragedia fue causada por un vehículo de las Farc instalado a metros de la aldea y no por las bombas que lanzó una nave militar sobre la banda de guerrilleros. Increíblemente, la investigación fue orientada, desde un principio, por las mismas Farc para atribuir las muertes de civiles a  la Fuerza Aérea, que habría lanzado bombas sobre un camión montado supuestamente  por la subversión. El grupo guerrillero y los primeros investigadores esparcieron la idea de que el vehículo era oficial.

GENERAL NAVAS

El general Alejandro Navas Ramos, comandante de las Fuerzas Militares, opina que” las Farc cuentan con unos ocho mil o nueve mil hombres aproximadamente”. El responsable de esta columna ha venido afirmando que hombres y mujeres leales a las Farc, en armas, no pasan de cuatro mil unidades. Lo dice fundamentado en ex guerrilleros que  hoy viven tranquilamente en Bogotá después de, unos, haber pasado  prisioneros varios años y, otros, mantener hace tiempo una normal vida de familia. La relación de ambos grupos con los ex compañeros enmontados les hace sostener que las Farc han perdido, en los últimos ocho años, unas seis mil unidades por muerte, detención y abandono voluntario del monte. La incorporación de jóvenes hombres y mujeres, en ese lapso, no pasa de 2.500. Por tanto, las mismas Farc sólo registran unos 4.000 combatientes.

BANDAS AGOTADAS

Queda 10 o 12 o 15 años atrás esa época durante la cual los diversos frentes de las Farc contabilizaban de 20.000 a 25.000 hombres y mujeres en armas. Pérdidas de unidades en combate, capturas y deserciones han hecho disminuir el número a ocho mil o nueve mil.