La delegación colombiana ayer presentó la contramemoria a las pretensiones de Managua que busca expandir su plataforma continental más allá de 200 millas náuticas. Ayer se agotó la fase escrita y ahora empieza la oral. En unos años viene el fallo
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COLOMBIA compareció ayer ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para defenderse de las pretensiones de Nicaragua que busca extender su plataforma continental más allá de 200 millas náuticas. Como parte de este proceso, EL NUEVO SIGLO presenta los diez puntos más importantes de este caso que, después de varios años, llega a su parte final: la decisión de la Corte.
1. Contramemoria
La comitiva de Colombia en La Haya presentó una contramemoria de defensa una serie de argumentos que desvirtúan la pretensión de Managua. Aquellos argumentos, por tratarse de un tema de amplio interés nacional y que está bajo estudio de la Corte, no fueron publicados por la delegación nacional. Sin embargo, la Cancillería publicó un comunicado explicando los parámetros y la línea argumentativa que usó Colombia para defenderse.
Colombia, según la Cancillería “respondió todos y cada uno de los puntos y argumentos planteados por Nicaragua en el proceso sobre la ‘Cuestión de la Delimitación de la Plataforma Continental entre Nicaragua y Colombia más allá de las 200 millas náuticas desde la costa nicaragüense”.
También dijo que la pretensión de Nicaragua, según la defensa colombiana, “no tiene ningún fundamento”, poniendo en duda la credibilidad de los argumentos de Managua que buscan, como ha dicho EL NUEVO SIGLO, reiterar que existe una práctica reiterada por varios estados que permite solicitar la extensión de la plataforma continental como parte de la costumbre internacional.
2. Un mejor derecho
En la misma línea, la Cancillería publicó que se “demostró que -Colombia- tiene plena e indiscutible titularidad sobre el área marítima reclamada por Nicaragua”, demostrando que se le dijo a la Corte que hay un mejor “derecho” que el que tiene Managua sobre las aguas reclamadas.
De acuerdo con el Gobierno, “se sometieron a la Corte argumentos científicos, jurídicos e institucionales indicando las razones por las cuales esta no puede proceder con una delimitación como lo pretende Nicaragua”.
3. Ninguna decisión
El trámite de ayer fue la defensa de Colombia frente a las pretensiones de Nicaragua en La Haya. Es decir, no se tomó ninguna decisión. Ayer se cumplió un plazo estimado por la Corte luego de admitir las pretensiones de Managua en marzo del año pasado y excluir algunas de las excepciones preliminares interpuestas por Bogotá.
Esto debe quedar claro. Los plazos de los procesos son fijados por la Corte -dependiendo de su decisión- y los reglamentos del Tribunal. Para este caso, Colombia tenía un año. Que cumplió.
4. Confidencialidad
El documento presentado por la defensa de Colombia fue una contramemoria al memorial de Nicaragua. El contenido de este documento es confidencial hasta llegar a la fase oral del proceso, según las reglas del Tribunal.
La Cancillería, de acuerdo al comunicado que se publicó ayer, explicó que “no es posible revelar su contenido hasta que se abra la fase oral del proceso judicial”, por consiguiente, queda en reserva de la defensa.
5. ¿Qué es fase oral?
Al tratarse de un proceso judicial, el litigio entre Colombia y Nicaragua debe cumplir las diferentes etapas procesales. En cumplimiento de la fase escrita, Bogotá y Managua presentaron sus memoriales escritos para fijar su posición ante el Tribunal.
Ahora se viene la fase oral. En esta, las partes exponen verbalmente los fundamentos de su posición. La Corte es la encargada de abrir esta fase siguiendo su reglamento y después de estudiar los argumentos escritos de las partes.
6. Tiempo de decisión
Luego de cumplir la fase oral, la Corte estudiará en detalle los argumentos jurídicos, científicos y geográficos presentados por las partes, para finalmente tomar una decisión. Esta decisión no tiene una fecha estipulada por reglamento. En el caso de la primera demanda que interpuso Managua contra Bogotá, la Corte se demoró casi una década en fallar.
Expertos que conocen el Tribunal dicen que los tiempos para tomar una decisión son largos porque es pequeño en comparación al número de casos que maneja y porque existen plazos para que terceros estados interesados en el litigio presenten por escrito sus consideraciones en caso de verse afectados.
7. ¿Qué decide?
La Corte no la tiene fácil. El caso entre Colombia y Nicaragua tiene muy pocos antecedentes en la jurisprudencia internacional que sirvan de fundamento para fallar. El caso más cercano es el litigio entre China y Japón por las aguas del Mar de China oriental.
En este caso, el Tribunal debe decidir si realiza una delimitación nueva de la plataforma continental más allá de las 200 millas náutica de Nicaragua, de acuerdo a las pretensiones de Nicaragua, o la deja como está. Para ello, también debe concluir si Managua tiene ese derecho o no.
8. Posición colombiana
En reiteradas ocasiones Colombia ha dicho que la pretensión de Nicaragua no está por encima del derecho suyo a la titularidad de las aguas en discusión. Igualmente ha alegado que aquella pretensión ya fue solicitada por Managua y fue decidida por la Corte en la anterior demanda, cuyo fallo fue en 2012. Lo que se entiende, en términos jurídicos, como cosa juzgada.
9. Santos
El Gobierno nacional ha dicho, pese a los rumores de una supuesta no comparecencia ante la Corte de La Haya, lo que se desvirtuó ayer, que seguirá defendiendo la integridad de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y los derechos de Colombia en el mar Caribe.
“Con esa pretensión absurda, lo único que quiere (Nicaragua) es privarnos de nuestros recursos. No lo vamos a permitir de ninguna manera”, dijo el presidente en 2013.
10. No sólo es Colombia
No sólo es Colombia. El gobierno de Daniel Ortega también tiene otros conflictos limítrofes con Panamá y Costa Rica.
Managua le reclama a Costa Rica el territorio de Guanascate. Este, durante la independencia de Centroamérica, se adhirió a los costarricenses. Hoy Ortega busca que vuelva a suelo nicaragüense.
Nicaragua también intenta que parte de las aguas de Panamá sean suyas en un argumento similar al que ha expuesto contra Colombia.
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