Para impulsar el turismo en la capital del país durante la época de vacaciones, se espera que a la ciudad ingresen cerca de 500.000 vehículos procedentes de otros municipios colombianos, y porque históricamente el parque automotor disminuye considerablemente por estos días, la Secretaría Distrital de Movilidad informó que a partir de hoy se levantará la restricción para carros particulares conocida como Pico y Placa.
Mientras otros medios diferentes a EL NUEVO SIGLO informaron que el programa de Pico y Placa quedaba suspendido indefinidamente, la norma establece que antes del 10 de enero el alcalde mayor de Bogotá determinará la intensidad o no de la restricción a cerca de 1.500.000 vehículos que circulan en la ciudad.
En este sentido hay que tener en cuenta que el alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, plasmó en el programa de gobierno “Bogotá Humana, Ya!” que eliminará gradualmente el Pico y Placa para reemplazarlo por un modelo de administración de zonas de congestión. “El Pico y Placa no mejoró la eficiencia del sistema público de transporte, por el contrario, propició la mayor demanda de vehículos particulares y la congestión, demostrando que es un mecanismo ineficaz para resolver los problemas de movilidad. Me propongo organizar y administrar zonas de congestión en el acceso a zonas específicas de la ciudad, con alternativas de parqueadero, transporte público y peajes urbanos”.
Al tiempo que el propósito del programa de gobierno del nuevo alcalde ha suscitado una fuerte controversia por la zonas de congestión, el levantamiento de la medida desde hoy facilitará el retorno de los viajeros, de forma que su programación de viaje no se vea afectada y se mitiguen de esa forma, además, las contingencias de tráfico que puedan presentarse en las carreteras de Colombia.
Entre tanto, la última medida que se tomó frente al Pico Placa es para vehículos limpios, tanto del servicio público como para uso particular, brindando incentivos a las empresas de Transporte público y los particulares que utilicen estos vehículos.
El programa se ejecutará en 3 fases y tendrá una inversión de 750 mil millones de pesos. “Esperamos poder expedir una norma que exima a todos los que usen vehículos eléctricos del Pico y Placa, y posteriormente vamos a dejar la recomendación para que se presente nuevamente ante el Concejo el proyecto que busca eximirlos del impuesto de vehículos”, aseguró la alcaldesa Mayor designada, Clara López Obregón.
En este sentido, Manuel Felipe Olivera, representante de la Clinton Climate Initiative, dijo que estos vehículos tienen beneficios económicos, ambientales y en salud. “Se puede generar un ahorro de hasta 100 mil dólares anuales en combustible, utilizando las tecnologías limpias para la movilización de los buses”.
Si Petro Urrego va por el mismo camino de los vehículos limpios, el primer plan piloto que se aplicará en Bogotá será el próximo año con el respaldo de Codensa y de las empresas que suministrarán los vehículos eléctricos que se mueven con batería y que pueden llegar a recorrer hasta 300 kilómetros. En principio serían 50 taxis.
Otra de las medidas que se tomaron este último mes de la administración fue la reducción a un sólo dígito en la restricción de circulación de buses, busetas y microbuses de transporte colectivo, como resultado del inicio del proceso de chatarrización por parte de los operadores del Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp).
Al inicio de la restricción en el año 2001, la ciudad contaba con más de 23 mil vehículos de transporte público colectivo. En estos diez años, por efecto de la chatarrización con destino a Transmilenio, compra por factor de calidad y la aplicación estricta sobre las normas de reposición, el parque ha disminuido a menos de 16 mil unidades.