La campaña será corta, con unas FF.MM. jugando un rol decisivo, una oposición voluble y un chavismo huérfano de su caudillo y con algunas fisuras. La crisis económica es más palpable, decae geopolítica de petrodólares y el Socialismo del Siglo XXI se juega su futuro
1. TRANSICIÓN EN VILO: aunque desde 2012 se sabía que Chávez tenía cáncer y que era posible su muerte, al producirse esta ayer el panorama político de la transición es incierto, debido a que hasta última hora se mantuvo el misterio alrededor de la enfermedad del mandatario. Si el chavismo tiene una estrategia para retener el poder, no se conoce claramente. La oposición tampoco, debido al oscurantismo noticioso, tiene un plan de acción delineado fácilmente identificable.
2. FF.MM., FIEL DE LA BALANZA: la fidelidad del estamento castrense y policial fue lo que le permitió a Chávez mantenerse 13 años en el poder. ¿Se mantendrá ese respaldo al chavismo ido el propio Chávez, que, como coronel, tenía mucha empatía con las filas? ¿Qué pasará con los pulsos de poderes internos entre unos altos mandos enriquecidos, en cargos públicos y aburguesados? ¿Y la división que había frente a temas como la simpatía gubernamental con las Farc? Interrogantes a despejar.
3. CRISIS AGRAVADA: las nuevas elecciones tendrán un escenario más complejo que el existente en octubre pasado, cuando Chávez derrotó a Capriles. Los indicadores de inflación, devaluación y desempleo son más graves, lo que hace que la crisis económica sea más palpable para el venezolano promedio. Si bien el Gobierno profundizó los programas de asistencia social, la recesión productiva y la escasez de alimentos y víveres continúan extendiéndose.
4. MADURO, ARTE Y PARTE: la maniobra jurídica que le permitirá al vicepresidente y candidato presidencial Nicolás Maduro quedarse en el poder mientras hace campaña sin duda le restará transparencia al debate electoral y, sobre todo, le da una ventaja proselitista amplia al poder buscar votos cabalgando en el presupuesto oficial. Pero es obvio que si gana, la legitimidad política interna y externa de su mandato estará en duda, y se profundizará la polarización.
5. CAPRILES, AHORA O NUNCA: no enfrentarse a una figura caudillista y rutilante como lo era Chávez; una crisis económica y social más pronunciada que en los comicios de octubre; y una oposición que ve en él la única carta viable para remover al chavismo del poder… Esas son los tres ases con que cuenta Henrique Capriles para tratar de ganar la Presidencia. Sin embargo, se enfrenta a un Vicepresidente-Presidente-Candidato como Maduro.
6. GEOPOLÍTICA DE PETRODÓLARES: la ida de Chávez debilita de entrada el apoyo petrolero y financiero que Venezuela daba a países del eje socialista y otras regiones. Incluso en el mismo chavismo había dudas respecto a si era recomendable seguir ‘regalando’ una parte de la riqueza nacional a los aliados extranjeros. Si Maduro no gana, la geopolítica que construyó el chavismo a punta de petrodólares entrará en crisis y muchos países pasarán problemas en pocos meses.
7. CAMPAÑA EXPRÉS: continuismo vs. Cambio. Ese será el escenario central de una campaña electoral que será corta y no dará tiempo para mayores debates programáticos ni de propuestas concretas. El chavismo quiere unos comicios rápidos para aprovechar en las urnas el efecto emocional de dolor y recordación por la muerte de Chávez. La oposición tampoco quiere una campaña larga porque se daría tiempo a Maduro de implementar medidas de populismo económico para atraer más apoyos.
8. SOCIALISMO DEL SIGLO XXI: aunque Correa fue reelegido al igual que Cristina Kirchner, en tanto que Ortega y Evo Morales se mantienen firmes, al igual que los Castro en Cuba, lo cierto es que si el chavismo, génesis y motor del proyecto político del socialismo del siglo XXI sale del poder, esa corriente perderá una de sus columnas vertebrales, lo que afectará su consolidación como corriente de largo plazo en Latinoamérica y evidenciándose como marcadamente caudillista.
9. CHAVISMO FISURADO: si algo quedó claro durante los últimos meses de vida de Chávez es que el chavismo no sólo carece de un sucesor directo y natural, sino que hay una puja de liderazgos en su cúpula (Maduro, Elías Jaua, Diosdado Cabello, Adán Chávez y otros) que bien podría llevarlos a una especie de ‘canibalismo’ político interno y, por esa vía, dividir el potencial electoral, lo que pondría en peligro su continuidad en el poder.
10. OPOSICIÓN EN ALTIBAJOS: en las presidenciales Capriles sumó el 45% de los votos, pero en las regionales de diciembre el chavismo le ganó plazas de gobernaciones y alcaldías muy importantes. Eso evidencia que la oposición venezolana es muy voluble. Hay quienes piensan que Capriles está muy desgastado y es un símbolo muy anti-Chávez, cuando lo que ahora se necesita es un símbolo hacia delante, que se desprenda de lo pasado y supere el clima de polarización reinante.