Bombeo de acusaciones por precio de gasolina | El Nuevo Siglo
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Martes, 26 de Julio de 2016
Redacción Economía

La controversia que se ha presentado entre la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos, Fendipetróleo, y la compañía Terpel, por acusaciones sobre una supuesta competencia desleal y ofrecimientos de cartelización de precios, subió de tono ayer.

El abogado de Fendipetróleo, Nilson Pinilla, dijo que “es una canallada decir que las Mesas de Trabajo que sostuvo Fendipetróleo con Terpel fueran para pactar precios”, afirmando que se reunieron para agotar el proceso de conciliación como recurso de procedimiento previo a la presentación de la demanda por competencia desleal.

“Por eso no se hizo una sola reunión, sino varias, en la Cámara de Comercio de Bogotá con la participación de funcionarios de Terpel, de Fendipetróleo y con los abogados de ambas empresas en presencia del conciliador de la Cámara de Comercio, Dr. William Lugo”, concluyó el especialista, quien lidera el equipo de juristas que representan los intereses de los distribuidores minoristas.

De esta manera, Pinilla desmintió las declaraciones que la organización Terpel entregó a medios de comunicación tras la denuncia instaurada en la Fiscalía General de la Nación por Fendipetróleo, en la que se acusaba a Terpel, controlada por  socios mayoristas chilenos, de concierto para delinquir por presuntos acuerdos para alterar los precios del mercado, mediante actos fraudulentos e intentar hacer entrar en quiebra a pequeños competidores en municipios del Atlántico y Bolívar.

Luego de esto, Terpel respondió que desde junio ellos ya habían puesto en conocimiento a las autoridades que la empresa propuso un acuerdo para aumentar los precios y Terpel no accedió, motivo por el que Fendipetróleo procedió a instaurar la demanda.

Dicho así, por medio de un comunicado, Terpel expresó que “el mecanismo en nuestra contra, es parte de una estrategia jurídica, política y de medios de comunicación estructurada y ejecutada por los directivos”. Agregaron también que “esta propuesta es totalmente contraria a los principios éticos de la empresa, a su modelo de negocio y a su compromiso con las metas del país y el bienestar de los consumidores colombianos”.

La compañía aseguró que “lo que busca Fendipetróleo con estas denuncias es presionarla para que incrementen los precios o salga del mercado de estaciones de servicio, pero que pese a esto,  no proyectan cambiar su política de precios bajos en beneficio del consumidor”.

No obstante, Pinilla expresó que Terpel “compra la empresa, se van posicionando y luego aumentan los precios”. La federación de minoristas asegura también que Terpel, como líder del mercado con un 45% de participación en la distribución mayorista de combustibles, aprovecha su posición dominante.

Asimismo, Pinilla expresó que “lo que estamos pidiendo es que Terpel se quede con su negocio mayorista y no trate de apropiarse del minorista. Que no trate de apropiarse del negocio de los pequeños empresarios colombianos que por décadas, y de generación en generación, le han prestado ese servicio al país”.

Concluyó explicando que “en efecto, Fendipetróleo puede y tiene cómo demostrar que las prácticas de competencia desleal de Terpel, que no son exclusivas de la Costa Caribe colombiana como quiere hacerlo ver Terpel, empezaron hace cinco años aproximadamente en el Valle del Cauca”. Afirmaron que la empresa fue “copiando y aplicando ese modelo de ciudad en ciudad y hoy tienen arrinconados, asfixiados y al borde de la quiebra a distribuidores minoristas en Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla”, apropiándose del mercado en todo el país”, aseveró.

De otro lado, Fendipetróleo espera que el Gobierno revise la situación de los minoristas  y del gremio, pues de lo contrario estarían amenazados a desaparecer. “Lo que tienen que hacer es no vender a precios por debajo del costo y no actuar como minoristas”.

Mientras que el abogado Rafael Pacheco, uno de los apoderados de Fendipetróleo, explicó que los pequeños distribuidores estarían afrontando el cierre de sus negocios, por cuenta de las que él denomina “prácticas de competencia desleal”.