EEUU y China consolidan sus estratégicas alianzas | El Nuevo Siglo
Según la ONU, al menos un millón de uigures están esclavizados en campos de 'reeducación política'
Foto archivo Anadolu
Domingo, 28 de Marzo de 2021
Redacción internacional

Aliados europeos y asiáticos de un lado; Rusia, Irán y Corea del Norte por el otro. Tras el choque en Alaska, estadounidenses y chinos buscar consolidar sus alianzas en torno a su punto de ruptura: la democracia.

La primera toma de contacto chinoamericana de la era Biden ha sido seguida por un deterioro de la relación entre China y Occidente, en particular, Europa, que había mantenido el contacto con Pekín durante la administración de Donald Trump.



"Vamos hacia una bipolaridad y una nueva guerra fría que pone de una parte a los buenos (las democracias, Occidente) y los malos (las dictaduras, China, Rusia, Irán y Corea del Norte)", resume el sinólogo Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad baptista de Hong Kong.

"Hay una nueva unión sagrada de las democracias sobre Xinjiang, Hong Kong, los derechos humanos en China (...) La novedad para Estados Unidos es que necesita a sus aliados para contrarrestar el creciente poderío de China", asegura.

En una acción simbólica, los diplomáticos de 36 países arroparon esta semana a su colega canadiense en el tribunal de Pekín donde estaban siendo juzgados a puertas cerradas dos canadienses detenidos en 2018, unos días después que la detención de una directiva del grupo chino Huawei en Canadá.

Pekín busca apoyo  

Al poner en lo alto de las prioridades estadounidenses la defensa de las libertades, el presidente Joe Biden está logrando su apuesta de aliar las democracias frente al desafío chino, dice en Pekín el politólogo independiente Hua Po.

Aunque los estadounidenses y sus aliados tienen intereses diferentes ante China, en cambio, "están de acuerdo sobre los derechos humanos. Es un símbolo de la solidaridad entre Estados Unidos y sus aliados occidentales", señala.

El máximo responsable comunista chino para la diplomacia, Yang Jiechi, arremetió el 18 de marzo en Anchorage contra el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, para gran regocijo de los nacionalistas chinos. "Ni Estados Unidos ni el resto de los países occidentales representan la opinión pública internacional", le espetó.

Desde entonces, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, ha reforzado los contactos con los Estados enfrentados a Occidente, empezando por el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, que fue recibido el lunes en el sur de China.

Los dos países aprovecharon para reiterar que "no existe un modelo único para la democracia".

El ministro prosiguió con una gira a Turquía, Irán y Arabia Saudita, país donde recibió el apoyo del príncipe heredero Mohamed bin Salmán para la política china en Xinjiang.

El sábado en Teherán, Wang Yi firmó con su homólogo iraní Mohamad Javad Zarif un acuerdo de cooperación estratégica y comercial de 25 años entre los dos países.

"Política de asedio"

De lado estadounidense, Joe Biden realizó antes del encuentro de Anchorage una cumbre virtual con India, Japón y Australia, en el marco de la "Quad", una alianza informal destinada a contrarrestar la influencia china en Asia Pacífico.

China se encuentra ante "una política de asedio multiforme" de Washington: estratégica, tecnológica y comercial, observa Hua Po.

Ante esta triple amenaza, la alianza con Rusia, Irán y Corea del Norte no supone un contrapeso, reconoce.

Antony Blinken preparó su primer cara a cara con los chinos durante una corta gira a Japón y Corea del Sur, vecinos de Pekín. La semana pasada prosiguió en Bruselas donde prometió reconstruir la alianza con la UE frente a China y Rusia.

Simultáneamente, estadounidenses, europeos, británicos y canadienses anunciaban sanciones contra un puñado de altos funcionarios chinos considerados responsables de la represión contra los musulmanes uigures de Xinjiang.

Estas sanciones coordinadas irritaron profundamente a Pekín, que adoptó medidas similares porque, alegó, no tiene por qué recibir lecciones de nadie en materia de derechos humanos.



Holocausto, masacres y esclavitud

La portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, recordó a Alemania los crímenes del Holocausto, a Francia, las masacres en Argelia, a los estadounidenses y británicos la trata de esclavos y a los canadienses el trato a las poblaciones originarias.

Pero detrás de la retórica, la prensa china se concentra en los aspectos positivos del encuentro en Anchorage, como los asuntos en que las dos potencias acordaron colaborar, como el clima y las vacunas, dice la sinóloga Bonnie Glaser, del Centro para los Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS) en Washington.

Con su acercamiento a Rusia, China responde antes que nada al refuerzo de la Quad y "busca demostrar que tiene amigos y otras opciones", dice Glaser.

"Pero también señala que quiere una relación estable con Estados Unidos", agrega la sinóloga. "El mundo no se está dividiendo en dos campos opuestos".

Respuesta china

Con sanciones contra Estados Unidos y Canadá respondió China a las estos países le impusieron a principios de semana por el trato a la minoría uigur, lo que según Washington, intensificará la "atención internacional" en este caso que opone a Pekín con los occidentales.

Dos miembros de la Comisión estadounidense sobre la Libertad Religiosa Internacional, Gayle Manchin y Tony Perkins, así como el diputado canadiense Michael Chong y una comisión parlamentaria canadiense para los derechos humanos tienen la prohibición de entrar en China continental, Hong Kong y Macao, informó el ministerio chino de Relaciones Exteriores.

"Las sanciones de China son un ataque contra la libertad de expresión, la transparencia y la democracia", dijo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en un tuit.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, denunció por su parte estas sanciones "sin fundamento", asegurando que no harán más que reforzar "la atención internacional" sobre el "genocidio" en Xinjiang.

"Los intentos de Pekín de intimidar y acallar a los que defienden los derechos humanos y las libertades fundamentales no hacen más que contribuir a la atención internacional creciente sobre el genocidio y los crímenes contra la humanidad en curso en Xinjiang", declaró Blinken en un comunicado.

"Canadá se solidariza con sus parlamentarios contra estas medidas inaceptables y seguirá defendiendo los derechos de las personas con sus socios internacionales", agregó Trudeau.

"Debemos unirnos para recordar a los que violan los derechos humanos y los derechos democráticos que el mundo está vigilante", subrayó por su parte el jefe de la diplomacia canadiense, Marc Garneau, que también tildó de "inaceptables" las sanciones chinas.

El diputado canadiense afectado, el conservador Michael Chong, consideró la sanción china contra él como una "distinción honorífica". "Tenemos el deber de pedir cuentas a China por su represión en Hong Kong y su genocidio de los uigures", subrayó.

En una entrevista grabada antes del anuncio de las nuevas sanciones chinas, el ministro Garneau había comparado a China con un "matón" de patio de colegio, agregando que este tipo de personas "solo cambian cuando les diriges mensajes muy claros".

Según el ministerio chino de Relaciones Exteriores, Estados Unidos y Canadá imponen sanciones "sobre la base de rumores y de desinformación".

Los responsables sancionados, a los que también les está prohibido hacer negocios con ciudadanos o instituciones chinas, "deben cesar toda manipulación política sobre asuntos relacionados con Xinjiang, dejar de inmiscuirse en asuntos internos de China", indicó el ministerio.

"Si no, se quemarán los dedos", advierte en un comunicado.

La Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá impusieron el lunes sanciones coordinadas contra dirigentes pasados o presentes de la región de Xinjiang, sometido a desde hace años a una estrecha vigilancia policial, a lo que Pekín inmediatamente respondió con sanciones contra personalidades europeas y británicas.