Omar, un rayo que no cesa en el siglo XXI: expo en Cartagena | El Nuevo Siglo
Foto cortesía NH Galería
Jueves, 16 de Marzo de 2017

Veinte  importantes obras tardías de Omar Rayo, que exponen tanto la evolución de una obra que se mantuvo hasta el fin como las características que la han hecho única durante los más de 60 años de su carrera artística se presentan desde este jueves   y hasta el 28 de mayo en la galería NH de Cartagena.

Su obra presenta en cada una de sus etapas una variedad de propuestas estéticas y técnicas tan originales como sorprendentes. Demuestra además innovaciones de avanzada para su época. La obra de Rayo no es estática, ni repetitiva; fluye a grandes pasos de una fase a otra.

En los últimos años de su vida, Omar Rayo ofrecía cada año una nueva serie de obras para su Museo en Roldanillo. Seis de las series pintadas después del año 2000 están representadas en esta exposición: "Criaturas abisales", "Corteza del arco iris", "Crisálida del arrebol", "Mullidas huellas del viento", "Mateo´s toy" y "Tizón, fósil del fuego". Como una de las características inconfundibles de este artista ha sido siempre el juego entre elementos contrarios, se dedicó en esa década a la exploración del uso del color e igualmente, del blanco y negro.

Rayo es siempre tan abstracto como concreto, tan riguroso como sensual, tan místico como lúdico, tan claro como oculto, tan sombra como luz.  El artista es inconfundible porque es un poeta del oxímoron.

Desde sus comienzos examinó  el efecto del sombreado o de la falta de él que conlleva la búsqueda de la ilusión del volumen en la pintura. El temprano hallazgo de los lienzos irregulares, de los que se exhiben dos, como vehículo para las imágenes en los 60 siguió siendo una preocupación hasta el siglo XXI. Uno de los temas que nunca lo abandonaron eran las cintas dobladas, entrelazadas, tejidas, anudadas que formaban figuras tan geométricas como concretas.

En la serie Criaturas Abisales (2001) investigó la gama de colores entre el azul y el verde, como elementos de la composición, basándose en seres misteriosos de las regiones abisales de los océanos y especialmente las miríadas de azules y verdes del mar Caribe.

"Corteza del arco iris" (2004) es multicolor. El título es una metáfora curiosa, una imposibilidad en el mundo real. El esquema geométrico del cuadro que da origen a la imagen poética. El arco iris es diáfano, efímero y su geometría se limita a los arcos concéntricos.

"Crisálida del arrebol", (2005) opera entre la posibilidad y la imposibilidad en pinturas multicolores, algunas reticuladas con blanco y negro. Los colores siguen siendo franjas, superficies dobladas o nudos, que flotan sobre un fondo negro. "Crisálida", es un homenaje a un fenómeno vallecaucano.

Entre tanto en "Mullida huella del viento"(2006), una de las más innovadoras de las series del siglo XXI, Rayo trabaja con el blanco y negro y busca nuevas maneras de expresar el volumen ilusorio. La metáfora de "Mullida huella del viento" se refiere a la fuerza invisible que altera la superficie de las sábanas colgadas, la impresión del soplo invisible del viento.

"Mateo'sToy" (2008) es también multicolor. Su título no es metafórico sino literal, mientras que "Tizón, fósil del fuego" (2010), fue la última serie de su vida, representa un retorno al rojo con blanco y negro, un color dramático colmado de leyendas, símbolo de cosas tan contradictorias como tremendas.