Londoño, Pizarro y Navarro, a las urnas | El Nuevo Siglo
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Domingo, 28 de Enero de 2018
Redacción Política
Dos exguerrilleros más también se postularon a la jefatura de Estado, pero años después de haber silenciado los fusiles

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En las elecciones presidenciales de mayo próximo, nuevamente aspirará un guerrillero que acaba de dejar las armas como resultado de un acuerdo de paz con el Gobierno. A Rodrigo Londoño, conocido en su vida en el monte al frente de las Farc como ‘Timochenko’, hace apenas seis meses que se desmovilizó. Una situación parecida se vivió en los comicios del año 1990, cuando Antonio Navarro se presentó por el M-19, levantando la bandera de Carlos Pizarro, quien fue asesinado en plena campaña.

A pesar del largo conflicto armado colombiano en el que el principal argumento de las guerrillas como las Farc, el Eln y el M-19 ha sido tomarse el poder por las armas para hacer las transformaciones sociales que a su entender requiere el país, la vía de las urnas no les ha sido ajena en este objetivo, como se ha visto en los casos de Pizarro, Navarro y ahora con Londoño.

Ello podría tener varias lecturas, por ejemplo, que la institucionalidad si bien ha combatido con el uso de la fuerza a estos grupos subversivos que independientemente de sus motivaciones altruistas, han cometido crímenes y puesto en peligro la seguridad del Estado, también a través de los diferentes gobiernos ha abierto la puerta al diálogo para buscar una solución política a la confrontación.

En ese sentido han concluido de manera relativamente exitosa dos procesos de paz, por lo menos desde el punto de vista de la desmovilización de miles de hombres armados que operaban al margen de la ley: el gobierno de Virgilio Barco con el M-19 y la administración de Juan Manuel Santos.

El Gobierno tendió una rama de olivo al M-19 amnistiando a todos sus combatientes por sus delitos, entre éstos el asalto al Palacio de Justicia en la capital de la República, que cobró la vida de cerca de un centenar de personas entre la toma y la posterior retoma del Ejército.

El 8 de marzo de 1990 el máximo líder del ‘M’, como muchos llamaron al movimiento subversivo, Carlos Pizarro, entregó su pistola envuelta en una pequeña bandera de Colombia, como símbolo de que esta forma concluía la entrega de sus armas y que regresaban a la vida civil.

Pocos días después Pizarro asumió la candidatura presidencial en unas elecciones que estaban a la vuelta de la esquina.

Entonces los colombianos vieron en la televisión y las fotos de prensa de la época la repentina transformación del fiero combatiente en el monte, a un Pizarro de finas maneras, sonriente y carismático que en la plaza pública en sus discursos se comprometía a hacer las transformaciones sociales que favorecieran a las capas más pobres de la población.

Sin embargo el 26 de abril, Pizarro fue asesinado por un sicario al interior de un avión que espera la orden para decolar a Barraquilla, en donde el candidato proseguía su campaña.

El crimen fue atribuido a Pablo Escobar, no obstante las dispersas investigaciones que se han adelantado también apuntan a que participaron en la preparación del atentado agentes del Estado, específicamente del DAS.

El crimen conmocionó al país porque era innegable que Pizarro a pesar de su pasado guerrillero despertaba simpatía en algunos sectores de la población, incluso se especuló que el M-19 caminaría de nuevo al monte.

Ello, afortunadamente no sucedió y Antonio Navarro, uno de los principales dirigentes en la extinta guerrilla y luego en el movimiento político, aceptó el reto de proseguir con la candidatura.

Navarro es pues el primer exguerrillero en aspirar a la presidencia de Colombia

Cómo le fue

Un mes después de asumir la candidatura del ‘M’, Navarro participó en las elecciones presidenciales de 1990, con un resultado desde todo punto de vista positivo porque alcanzó la tercera votación 757.740 sufragios. Ganó César Gaviria con 2.891.808, quien paradójicamente levantó la bandera de Luis Carlos Galán, también asesinado unos días antes por orden de Escobar. En tanto que el líder conservador Álvaro Gómez alcanzó 1.433.913 votos.

Navarro se aspiró nuevamente en las elecciones presidenciales de 1994, que en primera vuelta ganó el liberal Ernesto Samper con 2.623.210 votos, seguido por Andrés Pastrana con 2.604.771 sufragios.

En tanto que Navarro, quien se presentó por la coalición Compromiso Colombia, de la cual hacía parte el M-19, alcanzó 219.241 votos, medio millón de votos menos que su primera aspiración en las urnas en 1990.

Londoño

En agosto pasado la guerrilla de las Farc terminó el proceso de entrega de armas, cumpliendo de esta manera el principal compromiso que adquirió en el acuerdo de paz que suscribió con el Gobierno nacional.

A partir de allí, los cerca de 10 mil integrantes del grupo iniciaron el proceso de reintegración a la vida civil y como parte de ello el derecho a hacer política. Constituyeron el Partido denominado Fuerza Alternativa del Común, cuidándose de conservar el nombre que los identificó en la lucha armada: Farc.

Entre el inicio de la desmovilización de las Farc y la fecha de la elección de Congreso apenas mediaban 7 meses, por lo que se esperaba que el nuevo Partido se animara apenas a presentar listas al Senado y la Cámara, con el objeto de intentar sumar algunas curules más a las 10 que, sumadas las dos cámaras, tienen derecho por el acuerdo de paz en los dos próximos parlamentos.

Pero no fue así, la Farc decidió jugarse de entrada aspirando a la presidencia de la República en las elecciones de mayo próximo, con su máximo dirigente Rodrigo Londoño.

Precisamente ayer, Londoño lanzó su campaña en la localidad rural de Usme, al sur de Bogotá. Un sitio que en la época de la entonces guerrilla fue clave en su propósito de ubicar algunos de sus frentes en los alrededores de la capital de la República.

Londoño aparece en los últimos lugares en varias encuestas sin poder superar el 1% en la intención de voto. No obstante ha señalado que irá hasta el final en una campaña en que la Farc no tiene nada que perder porque será su primera experiencia en las urnas.

 

Otros aspirantes

Hay dos exguerrillero más que aspiraron a la presidencia de la República, pero lo hicieron mucho tiempo después de dejar las armas.

En la primera vuelta de los comicios de 1998 participó Germán Rojas Niño, por el Movimiento 19 de Abril, con poca transcendencia pues apenas alcanzó 16.702 votos.

En la primera vuelta de las elecciones de 2014 participó Gustavo Petro a nombre del Partido Polo Democrático, con una importante figuración, pues logró la cuarta votación con 1.331. 267.