Fuerzas kurdas e iraquíes seguían luchando intensamente este miércoles, con el apoyo aéreo de la coalición liderada por Washington, contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), en particular en la ciudad siria de Kobane, fronteriza con Turquía, y a unos 35 kilómetros de Bagdad.
En Kobane, los yihadistas no cejaban en su resistencia contra la milicia kurda, a pesar del incremento de los ataques aéreos de la coalición. No obstante, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña, los combatientes kurdos habían reconquistado dos posiciones.
En Irak, los militantes del grupo EI se acercaban a la ciudad de Amriyat al Faluya, uno de los últimos bastiones controlados por el gobierno en la turbulenta provincia de Al Anbar, y a sólo 35 km de la capital.
En este contexto, el presidente estadounidense Barack Obama se reunía este miércoles a través de una videoconferencia con dirigentes europeos, entre los que se encuentran el mandatario francés François Hollande y los jefes de gobierno de Alemania, Angela Merkel, y Gran Bretaña, David Cameron, para hablar de la estrategia de la coalición que lidera Estados Unidos.
Los responsables militares estadounidenses advirtieron que el EI tiene "un impulso táctico" y Obama dijo a sus aliados occidentales y árabes enzarzados en la lucha contra el EI que se trata de "una campaña a largo plazo".
"No existen soluciones rápidas. Todavía estamos en las primeras etapas", dijo Obama en Washington después de reunirse el martes con los principales jerarcas militares de más de 20 países aliados involucrados en la campaña.
"En lo que respecta al esfuerzo militar, habrá días de progresos y habrá períodos de reveses", agregó el mandatario.
Obama manifestó particular preocupación por Kobane, que se ha convertido en un campo de batalla simbólico en la lucha contra el EI, y acerca de la posibilidad de detener el avance de los yihadistas en la provincia de Al Anbar (oeste de Irak).
- Nuevos enfrentamientos en Kobane -
Los combates continuaban el miércoles en Kobane, con choques concentrados en el este de la ciudad, donde los yihadistas establecieron un baluarte después de atravesar sus defensas la semana pasada.
Un periodista de la AFP del otro lado de la frontera, en Turquía, señaló al menos cuatro ataques aéreos dirigidos por Estados Unidos en las primeras horas del miércoles, después de que la coalición señalara haber llevado a cabo 21 ataques aéreos el lunes y el martes contra los yihadistas en Kobane.
El OSDH anunció que los combates se concentraban en el antiguo cuartel general militar kurdo en el norte de Kobane que el EI ocupó el viernes, precisando que los kurdos habían reconquistado dos posiciones cerca de este cuartel general, obligando a los yihadistas a retroceder en varias calles.
Ankara acantonó tropas, tanques y artillería a lo largo de la frontera -en algunos casos a pocos cientos de metros de los combates- pero no ha intervenido.
Turquía, que es miembro de la OTAN, todavía no ha autorizado a los aviones estadounidenses a efectuar ataques desde su territorio y complicó la situación el martes bombardeando blancos de rebeldes kurdos en el sudeste del país.
En Irak, las fuerzas de seguridad advirtieron que la ciudad de Amriyat al Faluya, su última posición en la provincia de Al Anbar, era acosada por los yihadistas.
"El EI viene de tres direcciones. Estamos casi sitiados", declaró a la AFP por teléfono el jefe de policía de la ciudad, Aref al Janabi.
"Hasta ahora resistimos. Tenemos algún apoyo de combatientes de las tribus, pero si cae Amriyat, la batalla llegará a las puertas de Bagdad", advirtió Janabi.