El gobierno yemení anunció la ruptura de relaciones con Catar, que hasta la fecha participaba en la coalición árabe que opera en Yemen, acusándolo de tener vínculos con los rebeldes hutíes proiraníes y de apoyar a los grupos yihadistas.

Así, Yemen siguió los pasos de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto, todos ellos miembros de la coalición árabe, que rompieron este lunes los lazos diplomáticos con Doha, a quien acusan de apoyar "el terrorismo".

En un comunicado, el gobierno del presidente Abd Rabo Mansur Hadi anunció que apoya la decisión de la coalición árabe, anunciada horas antes, de excluir a Catar de la alianza, y la ruptura de las relaciones diplomáticas con ese país.

El gobierno yemení denunció a Catar por "sus abusos, sus vínculos con las milicias de conspiradores [rebeldes hutíes] y su apoyo a los grupos extremistas", como Al Qaida y el grupo Estado Islámico (EI), implantados en Yemen.

Además, afirmó estar "convencido" de que la coalición militar continuará con su ofensiva en Yemen contra los rebeldes hutíes, que desde 2014 han conquistado la capital, Saná, y extensas porciones de territorio.