Luego de que el Gobierno nacional descartara que los tres últimos casos de niños muertos en La Guajira fueran producto de la desnutrición crónica, quedó flotando en el aire la pregunta: Y, entonces, ¿de qué se mueren los menores?
Pues la manifestación de la gobernadora Oneida Pinto no se hizo esperar al trinar que “nuestro Departamento está agonizando. Buscamos solución definitiva para La Guajira. No más niños muertos”.
Pinto aseguró que una de las principales razones por las que se presenta la crisis de desnutrición en los niños indígenas es el difícil acceso al sistema de salud.
“Pedimos ayuda a los demás departamentos del Caribe para que el Gobierno nacional esté más pendiente de nosotros. Para que podamos llevar unidos una voz nacional y que el Gobierno pudiera pronunciarse por medio de un documento Conpes que nos permitiera atender el problema”, tuiteó la mandataria seccional.
Atención nacional
Todo surgió a raíz de que el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, manifestara ayer que la causa directa de la muerte de los tres últimos niños de La Guajira no fue por desnutrición crónica.
Citando investigaciones del Instituto Nacional de Salud, Ruiz dijo que uno de los niños padecía de una enfermedad congénita en el esófago impidiéndole nutrirse correctamente, que otro sufrió de una infección pulmonar y que el tercero “no fue por desnutrición, pues pesaba 4,2 kilos, peso normal para su edad”.
Con todo, Ruiz no minimizó la situación de desnutrición y precisó que "es necesario que podamos tener un trabajo mancomunado con autoridades locales y con el Secretario de Salud de La Guajira, ya se acordaron acciones para erradicar este problema de raíz", insistiendo en que “la lucha contra la desnutrición en La Guajira es y seguirá siendo una prioridad” y en que “aun cuando las muertes por este motivo en menores de cinco años se redujeron de 48 a 38 entre 2014 y 2015 (21 por ciento menos), los esfuerzos y las inversiones del Gobierno se mantendrán hasta cuando esta cifra sea igual a cero”.
"Cada muerte por desnutrición es indignante para este país y es una mancha para el Gobierno nacional y representa un dolor permanente", afirmó Ruiz.
Indiferencia
En contraste con la posición del Ejecutivo, el senador del Centro Democrático Honorio Henríquez, le expresó a EL NUEVO SIGLO que “los niños en La Guajira se están muriendo por falta de atención del Gobierno nacional”.
Para el congresista, “hay varias variables ocultas”, señalando en primer lugar “la mala administración de los recursos que se han destinado. Allí hay un problema de corrupción que ya está evidenciado y que la misma Contraloría lo ha venido evidenciando”.
Henríquez manifestó que, como congresista, le preocupa la indiferencia del Gobierno nacional frente a la realidad de las comunidades en La Guajira.
“¿Cómo es posible que en lo corrido de esta semana van tres niños que han fallecido y todo por desnutrición infantil? Hoy sale el ministro encargado a decir que son por otras causas. Claro: se registra la desnutrición y después vienen otros cuadros, que son en últimas las que producen la muerte”, indicó el legislador a propósito de las explicaciones de Ruiz.
“Se hace necesario que el actual Gobierno dé continuidad a varios proyectos iniciados durante el mandato de Álvaro Uribe, tal y como lo son la represa del río Ranchería, proyecto multipropósito que desde 2011 se abandonó, la de Los Besotes en Valledupar, y una especie de cinturón de pequeñas represas, de reservorios de agua en los 360 grados de la Sierra Nevada”, puntualizó Henríquez.
Por su lado, el presidente de la Cámara, Alfredo Deluque, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), expresó que la problemática se debe a varios factores, entre ellos la sequía y que no llueve hace años.
Deluque explicó que “la crisis alimenticia en Venezuela causó dos cosas: 1. Que los indígenas guajiros que vivían allá se vinieran nuevamente a su territorio, entonces con menos recursos naturales viven más personas ahora, lo cual es grave; 2. Que los indígenas de la Alta Guajira no puedan abastecerse de productos venezolanos, lo cual era más fácil por qué hacia Colombia no existen vías de comunicación dignas”.
“Sea lo primero señalar que el territorio en donde se asienta la casi totalidad de la población indígena del Departamento, es precisamente la que presenta las mayores características desérticas, en donde no existe una sola corriente de agua superficial, dependiendo por ello de los pozos profundos y de las escasas precipitaciones pluviométricas que son almacenadas en los reconocidos jagüeyes y que por esa circunstancia se constituye en la fuente de agua altamente contaminada de que dispone mayormente esa población, con las fácilmente entendibles consecuencias negativas sobre el organismo, y sobre todo en la salud de los niños”, anotó el congresista guajiro.
Entre tanto, el diputado Gabriel Esteban Pinto, también de La U, agregó que el problema que se vive en la región se debe a varios factores.
Uno de ellos, dijo, es “la irresponsabilidad tanto del Gobierno como de los mismos indígenas. El Gobierno porque los ha acostumbrado con los programas de asistencialistas a ser flojos. Se ven tan mal y hacen más hijos”.
Señaló además que otro de los problemas es que en época de sequía “a ellos les dan unas leches que no son para el clima de La Guajira. Sí, les dan una ‘chicha’ del interior del país”, ante lo cual “a ellos les da de todo y se enferman”.
“Otro de los problemas es que los operadores son del Atlántico o del interior del país, que no conocen la zona. No creo que para mitigar la muerte de los niños tengamos que traer operadores que no conocen el terreno”, agregó.
Otro diputado, Blas Antonio Quintero, de Opción Ciudadana, consideró que todo es “como consecuencia del abandono estatal que ha tenido La Guajira. Se dijo ‘vamos a hacerle agua a La Guajira’, porque se dieron cuenta que hace 50 años no había agua”.
Para María Estela Peñalosa, diputada de La U, “el tema no es buscar responsabilidades, sino soluciones de fondo. Que las instituciones volteen a mirar hacia el Departamento”.
“Aquí no hay responsables. Lo que debemos es tomar acciones. La Guajira es un departamento que de verdad nos debe conocer a fondo, con zonas muy dispersas que en estos momentos están por identificar y censar”, sostuvo.
La diputada Peñalosa propuso “implementar una estrategia para llegar con campañas agresivas a donde no hemos llegado, para que Colombia sepa que la realidad es que son 5.000 niños los afectados. Considero que La Guajira debe unir esfuerzos. Tiene de este lado un equipo comprometido para salvar a nuestros niños. Tenemos la problemática del agua, eso les quita calidad de vida”.
“Quiero dejar claro que en La Guajira en estos momentos levantamos la mano y decimos ‘los guajiros somos más’. Los guajiros lo que necesitamos es buscar solución. No que nos estén señalando. La verdad es que nuestro Departamento se encuentra en una crisis de agua, en una sequía en el norte. Que podría haber salud y no la hay. Existen programas de alimentación. Aquí no hay culpables”, insistió.
Plan de choque
El director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta, le dijo a este Diario que “ha llegado la hora de acometer una estrategia envolvente, integradora de esfuerzos, incluyente de las comunidades y de focalización de la intervención por parte del Estado en sus distintos niveles a través de un plan de choque, que bien lo puede delinear e instrumentar el Gobierno nacional a través de una directiva presidencial que expida el presidente Santos”.
Agregó que “se debe implementar en los municipios aludidos el nuevo modelo de atención en salud establecido por el Gobierno nacional aplicable a zonas aisladas y dispersas, como estos y dar curso al documento Conpes para la erradicación de la pobreza en La Guajira, el cual después de haber sido concertado se quedó en el borrador y hoy más que nunca resulta pertinente”.
Acosta indicó que lo que sí es cierto es que el fenómeno del Niño, la sequía severa en el Departamento, tiene afectada a la población, afirmando que el problema de la desnutrición no es solo de escasez de alimentos, sino de la falta de acceso al agua potable y de salud.
El presidente de la Asamblea de La Guajira, Idelfonso Medina, del Partido Liberal, aseguró que los niños se están muriendo de desnutrición y que esto se ha incrementado por la falta de agua y el fenómeno del Niño.
“La desnutrición en La Guajira no es solamente causada por la falta de alimentos sólidos. La desnutrición en La Guajira es causada principalmente por la falta de agua potable”, anotó, indicando que los gobiernos nacional y departamental “olvidaron hacer inversiones en proyectos sostenibles para poder suministrar agua a estas comunidades. Y esto se ha reflejado con más afectación por el fenómeno del Niño, que ha secado arroyos y hasta las fuentes del río Ranchería que atraviesa 9 municipios del Departamento. Y la solución no es otra sino que cumplan” en una alianza de los gobiernos nacional y departamental con unas “inversiones que tengan como prioridad el agua”.
Entre tanto, el médico Stevenson Marulanda, secretario de Salud de La Guajira, le dijo a este Diario que en efecto los niños se están muriendo de física hambre.
“Se están muriendo de hambre. Ya hace mucho tiempo están padeciendo esa circunstancia. No tienen qué comer porque viven en un desierto. No tienen dónde trabajar. No tienen fuentes de trabajo. Están pasando hambre. No hay cultivos. No hay empleo. Entonces estamos al frente de una calamidad, una tragedia de grandes proporciones”, declaró, anotando que “cuando a un Estado se le mueren los niños, el responsable es el Estado”.
Frente al pronunciamiento del viceministro Ruiz, Marulanda reiteró que “aquí hay un hecho real: en La Guajira hay mucha hambre y mucha desnutrición. Yo no tengo las historias clínicas, pero sí estoy seguro de que hay mucha miseria. Hoy vengo de comunidad a la que le estábamos llevando agua y alimentos. Y el problema no se va a resolver con esas ayudas humanitarias, porque el problema es estructural”.
Para el funcionario, “la crisis se soluciona de acuerdo a la causa y necesitan agua para que vuelvan a cultivar”.