“We are Sud American football” | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Junio de 2014

Por: Pablo Uribe Ruan

 

En 1988 los Prisioneros sacaron  “We are Sud American rockers”, canción que en forma de parodia mostraba la escena roquera del continente. Si bien el tema era divertido y gustaba, en el fondo tenía otro objetivo: mostrar que en Sud América también se hacía rock, y del bueno. Al igual que los Prisioneros los  seleccionados latinoamericanos en esta primera ronda de Brasil 2014 le dijeron al mundo entero que esta tierra tiene excelentes selecciones, con jugadores de altísimo nivel, que están a la altura de los países europeos; no sólo es Brasil y Argentina, también hay otros.

Ocho de las diez selecciones americanas que llegaron al Mundial clasificaron. Quedaron afuera Ecuador por muy poco y Honduras. De resto, todas entraron a la fase de Octavos: Colombia, Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, México, Costa Rica y Estados Unidos (que si bien no es iberoamericana, se cuenta como parte del vasto continente). Esto es nuevo, nunca había pasado. Los Octavos de final siempre estaban repletos de selecciones europeas y las mismas dos, tres suramericanas, con alguna que otra participación de Colombia, Perú, Chile o México.

¿Qué pasó? La tesis más fuerte dice que las selecciones suramericanas jugaron de locales, con el  público a favor y con un clima que conocían. Sí, es cierto, quién no se siente apoyado con un estadio que tiene el 70% de gente de su país. Pero lo del clima no convence, pues la mayoría de jugadores de acá militan en las ligas europeas y están acostumbrados a las temperaturas europeas. Si bien Colombia y Brasil juegan la eliminatoria en ciudades calurosas, diría que Costa Rica también y México en algunas ocasiones, el resto de equipos del continente enfrentan sus partidos en regiones con temperaturas similares a las europeas.

Un Mundial en Brasil parece que genera una sensación diferente para los americanos. Puede ser la pasión, la cercanía o simplemente la responsabilidad que genera jugar en Brasil para todas las selecciones de acá.  Quizás esa mezcla de presión, sentimiento y compromiso no la sientan los europeos. No lo creo; jugar un Mundial en la tierra del fútbol es igual para cualquiera y todos quieren ganar. Dirán los europeos que el infortunio del trópico con su clima húmedo, caliente y pegajoso mandó de vuelta en primera ronda a tres campeones mundiales. Yo no me como ese cuento. El Mundial en Suramérica es a otro precio: las ciudades, la presión, los hinchas, lo hacen tan diferente. Jugar acá es distinto; por eso el jugador que nació en estas tierras tiene características tan particulares.

Ahora, que Costa Rica pase a los Octavos no significa que las potencias hayan retrocedido. No. Más bien los costarricenses, al igual que los argelinos -incluyo a un africano para hablar de la nivelación del fútbol- estudiaron los sistemas tácticos de los de arriba, los copiaron, invirtieron en escuelas y crecieron. Costa Rica le ganó a dos ex campeones mundiales; 20 años atrás era imposible.

Estos resultados no dicen que el fútbol se haya nivelado por lo bajo, sino por el contrario que las selecciones de abajo crecieron y le están haciendo competencia a los de arriba, a los jerarcas, a los que siempre goleaban, claro está sin que éstos pierdan su posición dominante, pues siguen siendo los mejores. Dicen que el Mundial es para los países con historia en el fútbol. ¿Cambiará esto en los siguientes mundiales?

PD: Los uruguayos dicen que la sanción que le impuso la FIFA a Luis Suárez es injusta e inédita. Parece que los dirigentes, jugadores e hinchas celestes conocen poco de la historia de los mundiales. En 1994 Tassotti le rompió el tabique a Luis Henrique en un Italia-España y le impusieron 7 fechas de sanción. Señores uruguayos, esto no es un juego de caníbales. Las 9 fechas están bien al igual que la sanción económica; los 4 meses fuera de las canchas son otro tema.