Una tormenta de fines de invierno cubrió de nieve el este de Estados Unidos, obligó a cerrar el gobierno federal en Washington, además de la cancelación de más de 1.000 vuelos y del cierre de escuelas y oficinas.

La Oficina Federal de Administración de Personal señaló que los empleados públicos en Washington y sus alrededores tendrían el día libre debido a la tormenta, que estableció récords de nevadas en Chicago (Illinois) el día anterior. Las calles de la capital del país estaban silenciosas como resultado de las inclemencias.

Apodada "snowquester" en un guiño irónico al recorte automático de 85.000 millones de dólares aplicado desde el 1º de marzo al presupuesto federal, conocido como el "secuestro", la tormenta nieve (snow) también hizo cerrar a casi todas las escuelas de la zona.

Pese a que la caída de nieve fue intermitente en algunas zonas y que hubo previsiones que se revisaron a la baja, la actividad estaba mayormente paralizada en Washington este miércoles.

Pero los pronósticos terribles de advertencia de la tormenta de invierno más grande en dos años no se han materializado, dejando en su lugar una mezcla de nieve, aguanieve y lluvia que causó más miseria húmeda que estancamiento dramático.

En la capital, la caída de nieve fue menor a la anunciada (los meteorólogos preveían que se registraran entre 13 y 25 cm de nieve). Sin embargo, "grandes nevadas podrían ocurrir de nuevo", según el sitio nacional de previsiones meteorológicas, donde los expertos advirtieron por la reducción de visibilidad en las carreteras.

En la Casa Blanca, la rueda de prensa diaria del portavoz Jay Carney fue anulada, y en los condados vecinos de la capital federal de Estados Unidos la mayoría de las escuelas y administraciones estaban igualmente cerradas.

Al final de la mañana, la nevada se concentró principalmente en los suburbios, en particular en el vecino estado de Virginia, donde se declaró el estado de emergencia. "En muchas ciudades del estado, ya han caído 30,5 cm de nieve y unos 170.000 hogares se quedaron sin electricidad", dijo el gobernador Bob McDonnell en un comunicado.

"La nieve se concentra principalmente en el oeste de la capital y la previsión es de 17 a 35 cm de nieve en esta zona", comentaron sobre el mediodía de este miércoles en su blog los meteorólogos de The Washington Post.

"La diferencia de intensidad de las nevadas entre distintas localidades situadas a corta distancia entre sí es increíble", agregaron y explicaron: "Al noroeste de (Washington) DC, ya se pueden encontrar más de 2,5 cm de nieve sobre el césped o en las rutas, pero en el centro de la ciudad apenas si hay una pequeña capa".

La tormenta, que dejó alrededor de 30 centímetros de nieve en Illinois e Indiana hizo cancelar más de 1.100 vuelos en los dos principales aeropuertos de Chicago.

Según había indicado al inicio de la tarde, el sitio especializado FlightAware.com, 2.009 vuelos con origen o con destino a Estados Unidos fueron cancelados en la mañana de este miércoles. En Washington, 328 vuelos que debían partir del aeropuerto Ronald Reagan y 279 del aeropuerto internacional Dulles fueron anulados

A medida que la nevada se movía hacia el este cientos de vuelos resultaban cancelados.

"La nieve sigue disminuyendo en cobertura en los estados del Atlántico medio con lluvia cerca de la costa", dijo el Centro del Servicio Meteorológico Nacional de Predicción Climática.

El martes, unos 2.600 vuelos habían sido cancelados a causa de esta tempestad de nieve, que atravesó varios estados de norte a sur del país antes de golpear la costa atlántica. Al menos cuatro personas murieron en accidentes ocurridos en rutas o autopistas cubiertas de nieve o hielo, según medios locales.

AFP