Gobiernos y actores no estatales están asfixiando las libertades elementales y la disidencia, denunció hoy el Departamento de Estado en su informe sobre los derechos humanos.
El secretario de Estado, John Kerry, aludió en el prefacio del extenso reporte a "una acelerada tendencia" en el mundo contra valores democráticos, en lo que para Estados Unidos apunta a una "crisis global de gobernabilidad".
"En todas partes del mundo, vemos una acelerada tendencia de parte de actores estatales y no estatales de cerrar los espacios de la sociedad civil, sofocar la libertad de los medios y marginar las voces disidentes", dijo Kerry.
En los casos más extremos, se han cometido asesinatos o personas han sido expulsadas de sus hogares, añadió el jefe de la diplomacia estadounidense.
En el informe, relativo a 2015, Kerry resaltó las violaciones a los derechos humanos y los "actos criminales" cometidos por grupos radicales como Estado Islámico (EI), Boko Haram, Shebab y Talibán.
Pero el diplomático estadounidense también denunció los intentos de autoridades electas de sofocar a la oposición, debilitar la justicia, encarcelar periodistas o restringir la labor de organizaciones civiles.
"La corrupción, en ocasiones con impunidad, tuvo un efecto corrosivo en la democracia, respeto a los derechos humanos y el imperio de la ley", señaló.
El informe, elaborado en cada país por los diplomáticos estadounidenses, no tiene implicaciones legales en las políticas de Estados Unidos y no compromete a Washington a retirar la ayuda militar a acusados de violaciones de derechos humanos o a imponerles sanciones.
Pero Kerry dijo que el documento, en su 40ª edición, fortalecerá la determinación de Estados Unidos para promover lo que denomina "libertades fundamentales" y apoyar los grupos que Washington ve como defensores de derechos humanos.
El informe es crítico de rivales estadounidenses como Rusia o China, y enemigos como Corea del Norte e Irán.
Pero también dibuja un cuadro desfavorable de algunos de sus aliados, como Turquía, donde el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan ha arremetido contra medios opositores y ordenado el arresto de periodistas, y Egipto, que recibe 1.500 millones de dólares en ayuda militar estadounidense, y es acusado de torturas y asesinato de prisioneros. /AFP