La implementación de la segunda vuelta en la elección de alcaldes y gobernadores volverá a ponerse al orden del día en un par de semanas, cuando se reinicie el periodo ordinario de sesiones en el Congreso.
En agosto y septiembre pasado, el senador Armando Benedetti, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), anduvo con ese proyecto debajo del brazo, pero no logró las firmas suficientes para radicarlo.
Prada
La semana pasada el representante Alfonso Prada, del Partido Verde, anunció que su colectividad ya tenía listo un proyecto para reformar la Constitución introduciendo la mencionada modificación en el mecanismo mediante el cual los ciudadanos escogerían a sus mandatarios locales y regionales.
“Tenemos redactado en el Partido Verde un proyecto para que cuando un alcalde no logre más del 50 por ciento de los votos tenga que ir a una segunda vuelta”, explicó Prada.
Para el congresista bogotano, un ejemplo claro es el caso de Bogotá, en donde el Alcalde fue elegido con 30 por ciento de la votación total, lo que quiere decir que la mayoría de los ciudadanos no querían que Gustavo Petro llegara al poder.
“El 70 por ciento votó por programas totalmente diferentes a los del Alcalde; eso lleva a que en el Concejo de Bogotá se arme una coalición de independencia que enfrenta al 70 por ciento que se refleja en la coalición del cabildo versus el 30 por ciento de Gobierno”, anotó, agregando que “eso no permite gobernar bien”.
Gaviria
El presidente de la Cámara Simón Gaviria, jefe Único del Partido Liberal, tiene una idea similar, argumentando que “debe copiarse la figura que tanto ha servido para las elecciones presidenciales como es el esquema de segunda vuelta. La idea es que si un candidato no consigue más de la mitad de los votos en primera vuelta, se someta a una segunda vuelta”.
“Creo que con una segunda vuelta se consigue una elección más democrática y se garantiza una gobernabilidad superior para los alcaldes y gobernadores”, sostuvo Gaviria.
“Actualmente, tenemos los casos de muchos alcaldes que son elegidos con algo más del 30 por ciento de votación y no tienen una representatividad en las ciudades; por eso nosotros vemos muy valioso que en las segundas vueltas se forjen las alianzas, precisamente para garantizar la gobernabilidad y un proceso más democrático en las elecciones”, señaló.
Benedetti
Benedetti ya había explicado que con su propuesta buscaba que los entes territoriales, gobernaciones y alcaldías, cuenten con autoridades con representatividad y respaldo de sus electores y de los Partidos que le garantice la gobernabilidad durante el período para el cual son elegidos.
“Necesitamos candidatos con legitimidad, fuertes en sus partidos y con amplio respaldo entre los electores. La segunda vuelta nos garantizará que los alcaldes y gobernadores que se escojan son los que realmente la gente quiere”, precisó.
Para Benedetti, una diferencia mínima entre el ganador y el perdedor de cualquier elección deja, en todo momento, un largo periodo de inconformidad social y política, mientras que una segunda vuelta da una nueva oportunidad de replantear la fórmula inicial, buscar una mayor empatía con el electorado, generar alianzas y fortalecer las campañas ganadoras, haciendo al ciudadano más consciente de lo que se está poniendo a consideración para el futuro de su entorno.
El proyecto de Benedetti preveía que si ninguno de los candidatos a la Gobernación o Alcaldía obtiene 33 por ciento de los votos válidos depositados en su Municipio o Departamento, las elecciones deberán repetirse dentro de las tres semanas siguientes, con los dos candidatos que hayan obtenido las más altas votaciones. En caso de no existir candidatos que hayan obtenido más de 15 por ciento de los votos, los Partidos o movimientos políticos tendrán que postular nuevos candidatos.
Controversia
La propuesta, se puede decir de antemano, no tendrá un trámite fácil en el Congreso, lo que explica porqué Benedetti no pudo reunir las 10 firmas que exige el artículo 223 de la Ley Quinta (de 1992), reglamento de las cámaras legislativas.
La mayoría de congresistas, aunque la ve con buena intención, critica el desgaste económico que conllevaría aplicarla.
El vallecaucano Heriberto Sanabria, del Partido Conservador, señaló que no sería prudente en estos momentos aprobar una iniciativa de esta índole: “Esa es una propuesta interesante. Yo creo que entre más legitimidad tenga un gobernante al momento de ser elegido, es mucho mejor. Pero no lo considero prudente en este momento para que se someta a una segunda vuelta. Es un desgaste y un exceso”.
“Lo que se tiene que hacer es exigirles a los candidatos que en el evento, como está establecido en nuestra legislación, en que el voto en blanco supere los votos obtenidos por los candidatos, la elección se repita, y no desgastarnos en una segunda vuelta”, aseguró.
El tolimense Alfredo Bocanegra, también del Partido Conservador, coincidió con su copartidario: “A mí me parece que es un desgaste económico grandísimo una segunda vuelta, yo creo que el sistema está concebido de buena manera y la gente se tiene que someter a esta decisión”.
Según Bocanegra, también debe revisarse los altos costos que generan en las elecciones el desplazamiento de los votantes desde las zonas veredales.
“También hay altos costos que demandan los elementos que conforman el presupuesto de una elección, como es el tema del transporte, que permita el desplazamiento particularmente en zonas que tienen mucha presencia veredal. El Estado también debe considerar temas como el voto obligatorio, como una función social que pueda depurar el mecanismo de elección, pues en Colombia los que están decidiendo son las minoría”, subrayó.
El representante guajiro Alfredo Deluque, de La U, tampoco considera pertinente en estos momentos la propuesta: “Yo no creo que sea pertinente una segunda vuelta para alcaldes y gobernadores, máximo cuando se trata de una situación donde en las regiones se viene desarrollando unos movimientos y unos partidos políticos, donde se crean otro tipo de problemas. Me parece bastante desgastante e incómodo para el elector, además que demandaría unos recursos que en estos momentos nos faltan para otras cosas”.
Deluque es partidario de crear la figura del vicegobernador y el vicealcalde. “Lo que tendríamos que hacer es crear figuras que ya han sido propuestas, como la del vicegobernador y vicealcalde, que es una persona que entra a suplir la falta de este mandatario local o regional, y permita que no se realicen unas costosas elecciones posteriores, que generen una intranquilidad política en el municipio”, afirmó.