Tras anunciar, a través de Twitter que el Distrito Capital facilitará las condiciones para la realización de espectáculos públicos en los estadios, el secretario de Gobierno Antonio Navarro explicó que la alternativa surgió porque los empresarios que promueven la presentación artistas como Lady Gaga y Madonna dicen “que si no es en El Campín no vienen a Bogotá, porque no existe otro escenario apropiado para presentarlos”.
“A todos ellos lo que les hemos dicho es que vamos a mirar las condiciones en las cuales eso sería posible en el marco de la ley. Queremos de todos modos que en este asunto haya un pronunciamiento de la opinión pública y por supuesto de expertos”, explicó.
En agosto, la entonces alcaldesa Clara López había descartado que El Campín fuera escenario para conciertos.
“En mi opinión pienso que debemos seguir protegiendo la grama”, dijo.
La polémica apunta precisamente al cuidado del estadio, especialmente de la gramilla, para lo cual han pensado en dos cosas: prestar el escenario estipulando las medidas para no dañar la cancha y construir un lugar adecuado para espectáculos musicales.
Durante la campaña por la Alcaldía de Bogotá, el burgomaestre Gustavo Petro sostuvo que usar El Campín y dañar la grama “cuesta mucho dinero” y “mientras eso sea así, hay que restringir su uso para otros fines distintos al deporte”, y propuso acondicionar el parque Simón Bolívar para “conciertos históricos”. También, crear un palacio cultural junto al parque Renacimiento.
Desde hace varios años se ha discutido en dónde construir un escenario para conciertos. En 2008 se pensó en el Tunal, pero la propuesta no convenció. En 2009 se propuso adecuar el Simón Bolívar para esta construcción y se fijó un monto de 3.500 millones de pesos para llevarlo a cabo. En mayo de 2010 se planteó la posibilidad de demoler el Coliseo El Campín y construir una carpa de eventos para impedir que se destruya el Humedal Salitre.