Violentos combates estallaron en la madrugada en los barrios rebeldes de Alepo, según habitantes de esta ciudad del norte de Siria, en tanto Irán, aliado del régimen de Damasco, propuso enviar observadores para tratar de detener la violencia.

En la noche del lunes en El Cairo, en una reunión del "grupo de contacto" cuatripartito sobre Siria (Irán, Egipto, Turquía y Arabia Saudí), Teherán propuso el envío de observadores de los cuatro países, a pesar del fracaso de misiones similares bajo patrocinio de la Liga árabe y luego de la ONU.

El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Salehi, llamó a "un cese simultáneo de las violencias por las partes en presencia, a un arreglo pacífico sin intervención extranjera y a un cese de la ayuda financiera y militar a la oposición siria", según la agencia IRNA.

Paralelamente, su ministerio desmintió el envío a Siria de Guardianes de la revolución (Pasdaran), la fuerza de elite del régimen iraní, luego de declaraciones del comandante en jefe de los Pasdaram que evocó una misión de consejo en Siria y el Líbano vecinos.

Después de haber participado en la reunión en El Cairo, Lakhdar Brahimi, el emisario de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, debía viajar el lunes a Turquía para visitar un campamento de refugiados cercano a la frontera siria, según un responsable del ministerio turco de Relaciones Exteriores.

Brahimi terminó recientemente una visita de cuatro días a Damasco, durante la cual se entrevistó con el presidente Bashar al Asad y con jefe de la rebelión, pero la oposición ya estimó que la continuación de la violencia y el bloqueo en el Consejo de seguridad de la ONU hacían que la misión estaba destinada a fracasar.

En el terreno hubo enfrentamientos en Bustan al Kasr y en Izaa, en el suroeste de Alepo, y el ejército bombardeó los dos barrios, anunciaron habitantes a la AFP, señalando también que había combates más al sur, en Sukkari, donde también están atrincherados los rebeldes.

El lunes, las violencias dejaron al menos 137 muertos - 72 civiles, 41 soldados y 24 rebeldes - en todo el país, según el balance cotidiano del OSDH.

En total, las violencias han dejado más de 27.000 muertos en 18 meses de una revuelta que se fue haciendo armada frente a la represión, según el OSDH.

El régimen afirmó que sus tropas controlaban el barrio estratégico de Midan, en el centro de Alepo.

Sin embargo, en el terreno, el ejército aconsejaba a los habitantes que evitaran una parte del barrio debido a que podría haber franco tiradores.

El presidente del OSDH, Rami Abdel Rahman, recordó que la situación en Alep, teatro desde hace tres meses de una batalla crucial entre el ejército y los rebeldes, era muy variable.

"Cuando el ejército dice controlar un sector, sólo es temporalmente (...) pues de nuevo se producen enfrentamientos con la guerrilla, lo que no es un verdadero avance", explicó.

Este carácter relativo de los avances se aplica también a los rebeldes. "Dicen controlar un retén o un puesto, luego el ejército vuelve para destruir todo, no es realmente un control", declaró Abdel Rahman.

"La verdadera superioridad del régimen es su fuerza aérea" capaz de hacer planear una amenaza permanente en todo el país", recordó.

Según la revista alemana Der Spiegel del lunes, a fines de agosto al este de Alepo el ejército sirio hizo pruebas con armas químicas. En varias ocasiones Washington y París han advertido que la utilización de armas químicas por Damasco significaría superar un límite que provocaría una reacción internacional.