Una ola de violencia en el puerto de Buenaventura, el principal de Colombia sobre el océano Pacífico, ha dejado 87 muertos, ocho desaparecidos y cientos de desplazados en lo que va de 2014, informó este viernes la Defensoría del Pueblo.
"En lo corrido del año se han presentado 87 homicidios, 8 desapariciones y 5 eventos de desplazamiento forzado que han afectado a 1.086 personas", dijo la Defensoría en una nota de prensa.
Sin embargo, este organismo reconoció "la reducción en los índices de muertes violentas y desplazamientos forzados durante los últimos días producto del refuerzo en la presencia militar y policial", con cientos de funcionarios extra patrullando las calles de la ciudad.
El defensor del pueblo, Jorge Otálora, quien visitó este viernes el puerto, insistió a su vez en que son necesarias "soluciones de fondo para aliviar la violencia", que afecta a toda la población y que es producida por el enfrentamiento entre dos bandas que se disputan las rutas del narcotráfico y las zonas en las que practican la extorsión.
Ubicado en el oeste de Colombia, el puerto de Buenaventura, con al menos 350.000 habitantes, es la principal zona de tráfico de mercancías del país e importante ruta del narcotráfico.
Sus habitantes, principalmente afrodescendientes, viven en una pobreza generalizada y con un índice de desempleo superior a 30%, muy por encima del promedio nacional de 9,6%.
Desde principios de marzo el gobierno colombiano ha venido reforzando la seguridad en este lugar, azotado por una ola de violencia que disparó las cifras de homicidios y en medio de la cual se han denunciado varios casos de descuartizamientos.
La Defensoría recordó así que al menos dos de esos casos de desmembramiento se dieron el día en que los pobladores organizaron una manifestación contra la violencia, hace pocas semanas.
En 2013, Buenaventura registró una tasa de 49,6 muertos por cada 100.000 habitantes, por encima del promedio de Colombia de 31 víctimas, según cifras de la Defensoría del Pueblo.
Mientras que la semana pasada, Human Rights Watch (HRW) advirtió en un informe que la ciudad atraviesa una situación "muy grave de violación a los derechos humanos" en la que bandas armadas controlan sus barrios y cometen "torturas, mutilaciones, ejecuciones y desapariciones con total impunidad".