Solo una pequeña porción de la finca El Levante, en Urabá, podrá usarse para reparar a víctimas del conflicto ya que la Fiscalía no logró probarle a la Corte Suprema que la totalidad del predio era de propiedad del jefe paramilitar Salvatore Mancuso y que de allí fueron desalojados de manera violenta los propietarios.
Mancuso, en versión libre ante Justicia y Paz realizada el 28 de abril del 2009, desconoció que en los terrenos se predijeron desplazamientos campesinos. Según el líder ilegal, “el único desplazamiento de parceleros ocurrido en el predio El Levante fue en 1987”.
Hace algunos meses, la Corte había ratificó la propiedad legal del padre de Mancuso sobre la finca El Cortijo. Este predio Vanua ofrecido para reparación por el jefe paramilitar, pero después cambio de parecer.