La figura del vicepresidente debería fortalecerse dotándola de funciones específicas, consideraron algunos dirigentes políticos.
El senador nariñense Eduardo Enríquez, del Partido Conservador, consideró que independientemente del nombre de la figura, pues algunos sugieren volver al primer designado, el Congreso debería realizar una reforma constitucional para asignarle unas funciones precisas.
“Colombia tiene un régimen presidencial bastante fuerte que tiene muchas funciones. Por decirle un ejemplo: el vicepresidente se debería encargar de algunas actividades, como son los temas internacionales”, dijo.
Enríquez anotó que el vicepresidente está llamado a ocupar la dignidad presidencial en las faltas temporales o absolutas, “de ahí que el Congreso debe dedicarse con especial esmero de esta institución que se ha conservado por mucho tiempo”.
El presidente de la Comisión Primera del Senado, Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, señaló que el vicepresidente tiene una función que es la de reemplazar al presidente en caso de muerte o ausencia, precisando que “se debe preservar esa figura en términos que no puede haber un vacío institucional en ese sentido si llega a ocurrir una falta del jefe de Estado”.
Galán sostuvo que el país requiere con urgencia es “evolucionar a un régimen parlamentario y menos presidencialista. En ese sentido, deberíamos explorar la figura del primer ministro, que es interesante porque permite que haya un jefe de gobierno interno y el presidente se dedicaría más a los temas de Estado”.
El senador del Polo Democrático, Parmenio Cuéllar, manifestó que es partidario de que se vuelva a la figura del designado. Para él la Vicepresidencia no debería existir, “porque el vicepresidente tiende a convertirse en otro presidente”.
El director nacional de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, indicó que hay que darle mayores funciones como ocurre en otros países: “Que no sea tanto de adorno, sino que tenga liderazgos claros dentro del Gobierno, eso me parece que podría funcionar y si no avanzamos en un camino así es mejor avanzar en la figura de designado”.
El representante por Bogotá, Pablo Enrique Salamanca, del Partido Liberal, consideró que la Vicepresidencia es mejor como está, es decir que sea por elección popular. “Pero no me parece que sea por élites especiales, como es el caso de la figura de designado, porque tampoco es que haya dado muestra de eficacia”, señaló.
El representante por Antioquia, Augusto Posada, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), manifestó que él apoya totalmente la figura vicepresidencial. “Hoy en día la gente vota por el vicepresidente, pero días después el elector es engañado porque un vicepresidente no tiene funciones”, expresó.
Posada recordó que el vicepresidente Angelino Garzón ha dicho en varias declaraciones que él hacía más como gobernador del Valle del Cauca.
El representante por Putumayo, Guillermo Rivera, del Partido Liberal, afirmó que la figura necesita ajustes en el futuro: “No es gratuito que a los vicepresidentes se les haya tenido que buscar oficio en otras latitudes y en otros organismos internacionales”.
El representante por Bogotá, Germán Navas, del Polo Democrático, argumentó que “en estos momentos es el mismo pueblo que elige al presidente, elige al mismo tiempo la persona que reemplazaría el jefe del Estado. Es más democrático que el pueblo sepa el nombre de la persona que remplazaría al presidente en el momento de una falta”.
Para el representante por Bogotá, Germán Varón, de Cambio Radical, “a la figura de vicepresidente se le debe dar un ajuste para no dejar una figura que no tiene funciones”.
El representante por el Valle, Roosvelt Rodríguez, de La U, señaló que la Vicepresidencia fue importante y fuerte en los gobiernos conservadores y centralistas de antaño. Agregó que “ese no es un cambio profundo en la democracia del país” y que “habríamos podido seguir avanzando en la democracia con o sin vicepresidencia”.