El vicepresidente Angelino Garzón explicó que los constantes atentados en contra de la población como el caso del municipio de Pradera, Valle o el del municipio de Anorí por parte de las Farc y así mismo las constantes amenazas y asesinatos a grupos de sindicalistas están haciendo que la voluntad y los esfuerzos en las negociaciones de paz se hundan.
Garzón explicó que en cualquier lugar es mejor la paz que la guerra y nombró una serie de puntos que deberían ser utilizados como acuerdos mínimos humanitarios.
A continuación la carta abierta enviada por el Vicepresidente :
Bogotá D.C. 26 de enero de 2013
Los recientes hechos criminales realizados por la guerrilla de la farc contra la población civil en el municipio de Pradera, Valle, y contra el helicóptero en el municipio de Anorí, Antioquia, lo mismo que las amenazas de muerte y asesinatos de sindicalistas, defensores de derechos humanos, de dirigentes de restituciones de tierra, de militantes y dirigentes del movimiento político de izquierda Marcha Patriótica, nos están demostrando y alertando que el extremismo y criminalidad de algunos grupos de la guerrilla y de la extrema derecha quieren acabar con los esfuerzos de paz en Colombia.
Como Vicepresidente de la República considero que no podemos quedarnos en el camino de las buenas intenciones o en las simples declaraciones, sino que es necesario pasar a las acciones en favor del derecho de la población a vivir mejor, en tranquilidad y en paz.
Considero urgente, tanto para las guerrillas colombianas como para el Gobierno, dar un paso en favor de la búsqueda de la paz, la verdad, el perdón y la reconciliación con la firma de una declaración conjunta de compromiso con los mínimos humanitarios antes del mundial de fútbol, que como todos sabemos se iniciará el próximo mes de junio, en el vecino país de Brasil.
En Colombia, los enemigos de la paz han hecho de la violencia y del conflicto armado interno una forma de vida, hace años descubrieron que por el camino de los secuestros, las desapariciones, los atentados terroristas y las amenazas de muerte han logrado impedir el diálogo y el entendimiento, nada fácil entre el Gobierno y las guerrillas que permitan poner fin a tan absurdo y anticuado conflicto armado interno, lo mismo que construir la paz, reparar a las víctimas de la violencia, restituir tierras a la población desplazada y avanzar en la búsqueda de la verdad, el perdón y la reconciliación, para lograr un país moderno y respetuoso de los derechos humanos.
En Colombia como en cualquier país del mundo es mejor la paz que la violencia. Es mejor tener guerrilleros hablando que disparando o pensando las 24 horas en hacerle daño a las fuerzas militares, de policía o a la población civil. Dilatar este conflicto en el tiempo no es buen negocio ni para el Estado, ni para la guerrilla y menos para la población civil.
Como responsable de la política integral de promoción y respeto de los derechos humanos, considero una vez más, que esos mínimos humanitarios con que la guerrilla de las farc, el eln y el Gobierno se pueden comprometer con la población colombiana son entre otros, los siguientes:
Las guerrillas se comprometen a cesar las prácticas de secuestro y a poner en libertad inmediata sin ningún tipo de condición a todas las personas secuestradas.
Las guerrillas se comprometen a poner fin a la colocación de minas de la muerte o minas antipersonales y a contribuir con el Estado y la comunidad internacional al desminado humanitario de varias regiones agrarias del país.
Las guerrillas se comprometen a poner fin al reclutamiento forzado de menores de 18 años y a contribuir con la UNICEF y el ICBF a su desmovilización.
Las guerrillas se comprometen a cesar todo tipo de acciones violentas contra la población civil como las ocurridas en Pradera y Anorí, lo mismo que contra la infraestructura económica y social de Colombia.
El Gobierno colombiano se compromete a respetar la vida y la integridad física de todos los guerrilleros que se comprometan con estos mínimos humanitarios.
El Gobierno colombiano desarrollará una política en favor del respeto de los Derechos Humanos de los guerrilleros que actualmente están privados de la libertad.
El Gobierno colombiano priorizará la inversión social en las zonas campesinas, indígenas y afrodescendientes afectadas por la presencia de la guerrilla y demás grupos armados ilegales, lo mismo que en las zonas urbanas de concentración de pobreza y miseria.
El Gobierno colombiano continuará consolidando la política de Diálogo Social y de respeto de los Derechos Humanos.
Para el logro de la paz no basta la voluntad política del Presidente Juan Manuel Santos Calderón o de algunos voceros de la guerrilla de las farc o del eln. Como ha sucedido otras veces, cualquier acción provocada por los enemigos de la paz, vinculados a la guerrilla, a otros grupos armados ilegales, en la extrema derecha, o duele decirlo en el propio establecimiento, puede provocar el rompimiento de los diálogos en favor de la paz, que volver a reconstruirlos, sería una tarea muy difícil.
Como Vicepresidente de la República y ahora también como Embajador de Colombia en Brasil, mi deber es trabajar por el cumplimiento de la Constitución Política Nacional y hacerla cumplir y uno de sus mandatos, es el de buscar la paz para Colombia.
Angelino Garzón
Vicepresidente de la República