Independientemente de los que sucedió en el Juego 5 del domingo, en el que la serie se puso 3-1, el duelo entre las estrellas Justin Verlander (Astros) y Rich Hill (Dodgers) en el Juego 6 este martes hoy será, sin duda, de vida o muerte para decidir el ganador de esta Serie Mundial de béisbol, en su edición 113.
La misma se encuentra 3-2 y la serie -al mejor de siete- regresa obligada a Los Ángeles con la ventaja para los Astros por lo que el tope en predios californianos es de suma importancia.
Para uno, poder titularse, para el otro, mantenerse con vida y obligar un séptimo y último partido, con también la posibilidad de coronarse viniendo de atrás.
De ahí, la responsabilidad de Verlander y Hill para ese encuentro.
“Estos son los momentos en que uno quiere formar parte de este deporte. Es todo lo que podría pedir. El Juego 6, o lo ganas para sobrevivir o lo ganas para ganarlo todo. De cualquier manera será un partido muy intenso”, aclaró Verlander.
Verlander sabe a qué se enfrenta pues la alineación de los Dodgers es sumamente peligrosa y sobre todo jugando en su campo.
Su recorrido da mucha confianza y la prueba de ello es la opinión de su mánager, A.J. Hich, quien señaló que “él (Verlander) encaja en muchas categorías. En juegos como estos (Serie Mundial) hay que hablar de Verlander o de Keuchel o McCullers, gente que se crece en estos momentos”.
Por su parte, el lanzador Hill, quien ha sido muy consistente en esta postemporada, también sabe la importancia que tiene el Juego 6.
“Sí, el Juego 6 va a ser enorme, de una forma u otra. Creo que también es algo por lo que uno se ha estado preparando, para este escenario tan grande, y es una oportunidad para salir y dejarlo todo en el terreno. Salir con intesidad y mucha pasión, en definitiva, es una idea increíble”.
El piloto de los Dodgers, Dave Robert, en cambio no dio importancia anticipada al Juego 6, pues prefirió concentrarse en el partido dominical (Juego 5) y, como dijo, “después de este (el 5) veremos en el Juego 6, es mejor un paso a la vez”.
El domingo, en un encuentro que duró 10 entradas, los Astros rompieron el empate a dos triunfos por bando para volver a estar al frente de la serie al ganar 13x12 con un hit de oro de Alex Bregman, que los pone a ley de una victoria para conquistar su primera corona en este nivel.
El partido del domingo en Houston fue el segundo más largo en la historia de las Series Mundiales con cinco horas y 17 minutos.
Los Astros disputan por segunda vez una Serie Mundial, luego de debutar en el Clásico de Octubre en 2005 cuando competían por la Liga Nacional (ahora lo hacen en la Americana desde el 2013) y ceder en esa oportunidad ante los Medias Blancas de Chicago.
La artillería de los Astros volvió a sonar como en el segundo juego, cuando se despacharon ocho cuadrangulares entre los dos equipos (cuatro cada uno) en una victoria también de Houston, en esa ocasión 7x6 en 11 entradas.
En el partido del domingo, los Astros conectaron cinco cuadrangulares, con bambinazos del cubano Yuli Gurriel, el venezolano José Altuve, el boricua Carlos Correa, George Springer y Brian McCann.
Por los angelinos se fueron del parque el también cubano Yasiel Puig y el novato Cody Bellinger