Jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, dijo que la misión es un impulso enorme a la eficacia de las conversaciones con las Farc
La misión que verificará el fin del conflicto estará en ocho zonas del país, informó el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien aseguró que “lo que está claro es que no habrá armas en nombre de las Farc y que el garante frente a la comunidad internacional y nacional son las Naciones Unidas”.
“Cuando se habla de ocho zonas, nos estamos refiriendo a las zonas de presencia en las cabeceras (municipales) de la delegación tripartita encabezada por la ONU”, afirmó.
De la Calle no reveló, sin embargo, los lugares exactos donde se instalarán los observadores.
Hace una semana, el Gobierno y las Farc acordaron que una misión tripartita, compuesta por ambos bandos más un componente internacional de la ONU, se encargará del cumplimiento del cese del fuego bilateral y definitivo.
Tras el anuncio, las delegaciones solicitaron al Consejo de Seguridad de la ONU que se integre de dicha misión, con participación de países pertenecientes a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La misión tendrá “un componente internacional en cabeza de la ONU que será el coordinador, el director del mecanismo tripartito”, insistió De la Calle.
“La monitoría la realizan los tres componentes pero la verificación, el veredicto sobre si hubo o no violaciones al cese del fuego, corresponde al componente internacional”, añadió.
Actualmente existe una tregua bilateral decretada por las Farc desde julio del año pasado, lo que ha significado “una reducción cercana al 90% de las acciones armadas”, según De La Calle.
De la Calle fue enfático al señalar que lo que busca el Gobierno “es que este acuerdo implique garantías tanto para la guerrilla, naturalmente, como para la sociedad civil”.
Aclaró que la misión encargada de la verificación será “política, sin armas, sin cascos azules, es una misión que implica un enorme despliegue humano en Colombia, con unos costos elevados que serán asumidos por Naciones Unidas. Ahora, este es un problema donde las capacidades concretas de Naciones Unidas en el terreno dictarán la última palabra en términos de sitios donde se ubica la guerrilla y la dejación de las armas”.
De la Calle agregó que además de los temas que hacen parte del punto denominado “Fin del conflicto”, se avecinan discusiones alrededor de la refrendación, en la cual aún hay discrepancia, pero que más allá de ellas debe resaltarse el carácter democrático.
“El siguiente paso es el de la refrendación. El Gobierno tomó la decisión de convocar a un plebiscito y de establecer un sistema que permita en el Congreso dictar leyes con enorme eficacia, y un cúmulo de facultades en cabeza del Presidente para la implementación precoz de los acuerdos.
Hay una discrepancia con las Farc, que insisten en el tema de la constituyente, nosotros en el plebiscito, pero sobre todo yo quisiera valorar es el gran valor democrático, que las partes hayan decidido que sean los colombianos los que dirán la última palabra”, expresó De la Calle.
Insistió en la importancia de los retos que implica el fin del conflicto. Uno de ellos precisamente es trabajar por una paz con seguridad.
“El momento actual es paz con seguridad. No podemos dejar que se crea que un acuerdo significa el deterioro de la seguridad de los colombianos. Lo ya logrado no es cosa menor. Ha bajado el homicidio, ha bajado el secuestro, aunque lamentablemente hay extorsión por parte de las Farc. Por lo tanto hay ya logros pero eso no es suficiente porque la seguridad va más allá de esto. El fin del conflicto no significa bajar la guardia”, manifestó.
Por último, De la Calle resaltó los retos y las oportunidades que se abrirán para Colombia en términos económicos y para sectores como el campo, aclarando que este trabajo será de largo aliento: “Colombia tiene la oportunidad de tomar el camino adecuado, el de La Paz con transformaciones. Bienvenido por fin el siglo XXI lleno de esperanzas”.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió ayer en Nueva York para analizar la creación de la Misión de Verificación del proceso de paz en Colombia, pero al cierre de esta edición todavía no había sido votada la petición.
El gobierno del Reino Unido, uno de los cinco países con poder de veto, fue el encargado de promover una respuesta afirmativa a esta resolución por parte del Consejo de Seguridad.
La semana pasada, la canciller colombiana María Ángela Holguín se reunió en Nueva York con el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador uruguayo Elbio Roselli, para hablar sobre la pronta entrega de la resolución que sea “por consenso y pronto” para lograr una verificación, el monitoreo del cese al fuego bilateral de hostilidades y la dejación de armas transparente.
En un comunicado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dio la bienvenida a la decisión anunciada por el Gobierno y las Farc de solicitar al Consejo una misión política para verificar el alto el fuego definitivo y la dejación de las armas, una vez instaurados.