Venta de calzado con sentido social | El Nuevo Siglo
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Jueves, 25 de Enero de 2018
Redacción Economía

La idea nació de un seminario con la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas en el que las 20 empresas participantes debían diseñar un plan de innovación de sus respectivas marcas. Master Land, una de ellas, concluyó que su innovación debía estar por el lado de la incursión de ventas al detal por Internet, pero con un ingrediente adicional: el componente social.

Así se diseñó ‘Zapatazo al corazón’ que consiste en que por cada par de zapatos que se venda a través de www.zapatazoalcorazon.com, se dona otro.

“Quisimos aprovechar las ventajas de la tecnología y que su alcance fuera mucho más allá para hacer un aporte al país”, explica Juan Pablo Ramírez, un joven empresario que relevó en la gerencia general a su padre y quiso continuar el legado con este nuevo enfoque.

De esta forma, desde hace dos meses, todos los zapatos que se venden por la página tienen su equivalente en donación para personas de escasos recursos, sean niños, jóvenes, adultos o tercera edad, donde los más pequeños tienen prioridad. Así ocurrió en Quibdó hace un mes, donde se hizo la primera donación de 300 pares de zapatos a personas que jamás habían tenido un par de zapatos.

“Es increíble, pero aún hay miles de colombianos que andan descalzos y muchos de ellos jamás han usado un par de zapatos. A ellos es que queremos llegar con esta campaña. La experiencia de Quibdó nos demostró que es posible poner a disposición nuestra empresa y despertar la solidaridad de los colombianos”, agrega Ramírez.

Este primer aporte se hizo para demostrar que la campaña es real, y generar confianza ante el escepticismo que pueden producir estas iniciativas. Así que se hizo registro y se divulgó a través de redes sociales como una prueba piloto para dar fe de que sí se entrega lo que la gente dona.

La idea es que ‘Zapatazo al corazón’, un nombre que pretende sensibilizar para que muchos se pongan en los pies de quienes no tienen zapatos, sea un programa permanente.

“Para poder hacer esto, sí necesitamos de la ayuda de otras personas, pues el par de zapatos que vendemos subsidia al que donamos. Solos no podríamos”, enfatizó Ramírez.