Venganza claman en Alepo tras masacre y entierro masivo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Enero de 2013

Um Mohamad camina sostenida por dos soldados rebeldes entre los 32 cadáveres que yacen en una escuela de Alepo (norte de Siria); se detiene ante uno y aparta la sábana que le cubre el rostro; su estado complica la identificación. Abren un poco más la sábana e identifica un tatuaje en el brazo derecho. Se lleva las manos al rostro y comienza a llorar.

"Es su sobrino. Desapareció en julio. Era médico en Maara… Ahora tenemos que llamar a su familia para que vengan a recoger el cuerpo", dice Abu Ahmad, su marido.

La mujer ayudó el martes a sacar del fondo del río Quweiq más de 80 cadáveres, en su mayoría de hombres jóvenes -aunque había también mujeres y niños- ejecutados de un disparo en la cabeza, generalmente con las manos atadas a la espalda. Los de la escuela de Alepo aún no han sido identificados.

"Sabíamos que estaba muerto… y hoy lo hemos confirmado", lamenta Abu Ahmad. "Cuando lo colocamos en el suelo me di cuenta de que era él. Lo peor será comunicárselo a la madre; ella aún tenía alguna esperanza de volver a verlo con vida".

Nadie asumió la terrible masacre. Los rebeldes se la imputaron al régimen de Bashar al Asad, que acusó a su vez al grupo islamista Al Nosra.

Pero en esta escuela, situada en la zona rebelde de Alepo, la otrora floreciente capital comercial de Siria, nadie duda de la culpabilidad de las tropas de Asad.

"Vengaremos lo ocurrido. Las muertes de esos inocentes no quedarán impunes", dice a la AFP Abdel Jader al Sada, un comandante del Ejército Sirio Libre (ESL).

"Todos los civiles que viven en las zonas liberadas son enemigos del régimen. Todos los sirios son enemigos del régimen; Asad está dispuesto a acabar con su pueblo con tal de conservar el poder", proclama.

"No olvidaremos la sangre de nuestros mártires", corean cientos de jóvenes congregados fuera de la escuela Yarmuk, donde se preparan los funerales.

Varios hombres sacan un cuerpo amortajado en una sábana blanca y cubierto con la bandera de la revolución, al grito de "¡Alá u Akbar!" (Dios es grande), acompañado por salvas de Kalashnikov por cada uno de los muertos.

A las 12h30, cientos de personas abarrotan el patio central. Un imán se lleva las manos al rostro y comienza la oración. La multitud se arrodilla en silencio. La ceremonia concluye al grito de "Alá u Akbar".

"Hemos logrado recuperar un cadáver más del rio en toda la noche. Y hoy hemos verificado que hay, al menos, dos mujeres flotando en el agua y varios niños", afirma el capitán Abu Seij, responsable de esta improvisada morgue. Extraer los cuerpos es peligroso, a causa de los francotiradores.

En total 46 cuerpos han sido identificados y sus familiares los han trasladado a sus ciudades natales. "El resto, si no son reconocidos por ningún familiar serán trasladados serán enterrados en una fosa común", indica el oficial rebelde.

Un activista, Mohamad al Madi, fotografía todos los cuerpos que se pudren en el suelo de la escuela.

"Crearemos una base de datos con cada uno de los rostros para que, en el futuro, las familias puedan reconocer a sus seres queridos y saber dónde están enterrados. Cada cuerpo va identificado con un número que corresponderá a la tumba en la que son enterrados", explica.

Otro comandante rebelde, Rada, denuncia la pasividad de la ONU y de las potencias occidentales ante un conflicto que en 22 meses ya ha dejado más de 60.000 muertos.

"Naciones Unidas y Occidente son, desde este momento, responsables de todas y cada una de las muertes de hombres, mujeres y niños en Siria. No se puede hablar ni negociar con alguien que masacra a su pueblo", afirma.

"Asad ha vuelto a demostrar que no quiere negociar nada, porque vive bajo el paraguas de la impunidad que le brinda Occidente", agrega.

Aceptarían negociaciones

El jefe de la coalición opositora siria, Ahmed Moaz al Jatib, causó sorpresa al afirmar estar dispuesto a negociar, bajo condiciones, con representantes del régimen de Damasco.

 

Por otra parte, también este miércoles, los países que participaron en una conferencia de donantes para Siria en Kuwait se comprometieron a conceder unos 1.500 millones de dólares al país para ayudar a civiles sirios, indicó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Jatib se declaró dispuesto a negociar, bajo condiciones, con representantes del régimen, en un texto colgado en su página Facebook. No obstante, dijo que este texto expresaba sólo su opinión personal y que la Coalición Nacional Siria se reunirá este jueves para examinar la propuesta.

 

"En señal de buena voluntad para una solución política a la crisis y para abrir el camino a un período de transición que ponga fin al derramamiento de sangre, anuncio que estoy dispuesto a negociaciones directas con representantes del régimen sirio en El Cairo, en Túnez o en Estambul", afirmó Jatib.

Jatib puso dos condiciones previas: la liberación de "las 160.000 personas" arrestadas durante la revuelta contra el régimen y la renovación de los pasaportes de los sirios en el extranjero por parte de las embajadas para que no sean detenidos a su regreso al país.

El presidente sirio Bashar al Asad había propuesto a principios de enero un "diálogo nacional" para poner fin al conflicto que sacude al país, añadiendo que no discutiría con aquellos que se levantaron en armas contra el régimen. La oposición había rechazado inmediatamente esta propuesta.

 

Por otra parte, los países reunidos en Kuwait prometieron entregar más de 1.500 millones de dólares para ayudar a civiles sirios, indicó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. "Superamos el objetivo" de la conferencia, dijo Ban, al cerrarse el encuentro mantenido este miércoles.

El ministro kuwaití de Relaciones Exteriores declaró, también al culminar la reunión, que "la puerta queda abierta para que aquellos países que no prometieron ayuda así lo hagan".

Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos anunciaron una ayuda de 300 millones de dólares cada uno en la apertura de esta conferencia auspiciada por la ONU para intentar recaudar 1.500 millones de dólares. Arabia Saudí anunció otros 300 millones.

 

La Comisión Europea ya había indicado el martes que anunciaría en Kuwait una ayuda de 100 millones de euros (135 millones de dólares) que se suman a otros 100 millones de euros que ya desbloqueó Bruselas.

Estados Unidos también anunció el martes la entrega de 155 millones dólares para los refugiados, lo que eleva a 365 millones de dólares la ayuda humanitaria estadounidense a los sirios.

Unos sesenta países participaron en esta conferencia auspiciada por la ONU, que se dispone a lanzar un programa masivo para los cuatro millones de sirios que necesitan ayuda en el interior del país.

Por otra parte, la aviación israelí atacó el martes por la noche un convoy con armas procedente de Siria en la frontera sirio-libanesa, afirmaron fuentes de seguridad.

 

El domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió sobre "importantes amenazas de seguridad contra Israel", citando a Irán y "armas letales en una Siria que se está desintegrando".

Las fuentes de seguridad, que pidieron el anonimato, no precisaron el lugar exacto del ataque. Una de ellas dijo que se trataba de un "convoy armado en dirección hacia Líbano".

El ejército libanés aseguró que 16 aviones de combate habían entrado en el espacio aéreo libanés el martes.

 

En Siria, tras hallarse unos 80 cuerpos el martes en un río de Alepo, el régimen sirio acusó a Frente Al Nosra, un grupo de islamistas radicales presente en casi todos los frentes de Siria. La oposición habló de una "nueva masacre" del régimen alentado por "el laxismo internacional".