El incremento de la censura a través de Internet en Venezuela, con el cierre al acceso a algunas webs y redes sociales, es el principal retroceso registrado en América Latina en el informe sobre la censura en la red publicado por Reporteros Sin Fronteras (RSF).
En un continente donde el acceso a Internet es libre y sin cortapisas, con la excepción de Cuba, el estudio anual de RSF se muestra muy duro con la actuación del Gobierno del presidente Nicolás Maduro y, en particular con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), reseñó Efe.
Venezuela había dejado de integrar en 2012 la lista de países bajo vigilancia por el control al que someten a la red, pero la organización defensora de la prensa volvió a activar las alarmas sobre ese país.
En concreto, RSF ataca dos actuaciones de la Conatel. En noviembre de 2013, este organismo ordena a los servidores de acceso a Internet que cierren el acceso desde su país a las páginas web que informaban de los tipos de cambio del dólar paralelo.
A lo largo del mes pasado, la Comisión se centra en obligar a las redes sociales, en particular a “Twitter” a filtrar el tráfico de imágenes relacionadas con las manifestaciones antigubernamentales que se desarrollaban en el país.
“Se trata de dos casos puntuales de censura, pero lo más preocupante es que la Conatel no parece tener límites, no se ve cuál es su final, puede censurar cualquier medio”, indicó a Efe la responsable de RSF para América Latina, Camille Soulier.
En el caso latinoamericano, la organización también mostró su preocupación sobre Colombia, después de que “Univisión” revelara que un órgano gubernamental había espiado miles de correos electrónicos intercambiados por negociadores de la guerrilla de las FARC y periodistas internacionales y locales.
“Al ataque que supone al secreto de las fuentes se suma la injerencia en unas negociaciones diplomáticas de importancia”, afirmó Soulier.
A estos dos casos puntuales, RSF suma Cuba, que no ha dejado de figurar en la lista de enemigos de Internet desde que la organización comenzó a elaborarla en 2008.
De forma discontinua, el régimen castrista ha tratado de controlar el acceso a la red, creando una especie de intranet nacional donde solo las informaciones aprobadas por las autoridades tienen cabida.
La excusa de La Habana de que es el embargo de Estados Unidos el responsable de que los ciudadanos no puedan acceder a la red pierde sentido para RSF desde que la isla está ligada al continente a través de un cable de fibra óptica con Venezuela.
“La realidad es que Cuba no tiene dificultades técnicas para acceder a Internet. Es la voluntad del Gobierno de controlar la red por miedo a que se difundan informaciones críticas lo que lo justifica”, indicó Soulier.
El régimen hizo algunas concesiones en 2011 al acceso a la red y, sobre todo, a la libertad de los “blogueros”, pero a partir de 2012 volvieron a producirse detenciones y cierre de páginas.
La realidad es, según RSF, que la mayor parte de los cubanos no pueden acceder a un Internet libre, porque además de que está controlado por el Gobierno, es caro.