Venezuela: mesa de diálogo pende de un hilo | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Miércoles, 16 de Noviembre de 2016
Pablo Uribe Ruan @UribeRuan

El diálogo entre oposición y oficialismo en Venezuela, que comenzó el 30 de octubre, ha estado marcado por un tire y afloje que puede llevar esta semana al rompimiento de la mesa de negociación.

Tras el acuerdo al que llegaron la partes el viernes pasado, ayer el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) admitió una denuncia presentada por el procurador general, Reinaldo Muñoz, que buscaba declarar nulo cualquier acto que ejecute la Asamblea Nacional (AN).

Con este intento,  la justicia venezolana  bloquea una vez más a la Asamblea para impedir que le abra un juicio político al presidente, Nicolás Maduro. A finales del mes anterior, el legislativo estuvo a punto de iniciar este procedimiento, pero  al conocer la voluntad de diálogo del Gobierno lo paró.

El viernes pasado, en el marco de la segunda reunión, las partes se pusieron de acuerdo en cinco puntos: 1) elecciones en Amazonas; 2) respeto a la autonomía, constitucionalidad y atribuciones de la Asamblea Nacional; 3) elección de nuevo miembros del Consejo Nacional Electoral; 4) liberación de presos políticos; y, 5) compromisos en materia económica y social.

Según la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), las elecciones en Amazonas son fundamentales para “sacar a la asamblea del desacato”, declarado por el Tribunal  cuando la Asamblea decidió posesionar a tres diputados elegidos en ese departamento, pese a los impedimentos que tenían por vicios en su elección.

Esta semana, de acuerdo a la agenda acordada por las partes, a la que tuvo acceso el portal Efecto Cucuyo, el Gobierno debe levantar el “desacato” que recae sobre la Asamblea.  Pero este paso se ve truncado tras la aceptación de la solicitud del procurador, limitando una vez más las acciones de la Asamblea.

Al conocer la decisión, Nicolás Maduro dijo “que con el fallo se pone todo en su lugar”, al tiempo que el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, calificó la admisión  del tribunal, como “una decisión absolutamente nula que admite acción de un procurador chimbo”, demostrando que por fuera de la mesa de negociación existe un clima tenso alejado de cualquier interés por zanjar la crisis en Venezuela.

¿División en la MUD?

La MUD, que acoge más de 16 partidos de oposición, ha sido criticada por su “condescendencia” con el Gobierno, al continuar los diálogos a pesar de la falta de gestos  económicos y humanitarios del oficialismo, que liberó a cinco presos políticos en la primera semana de noviembre, pero no ha tenido más actos que demuestren su voluntad para resolver la crisis.

En los últimos días se han conocido rumores sobre una posible división en la MUD. Gran parte de los venezolanos de a pie y algunos sectores de la colectividad, consideran que llegó la hora de romper el diálogo con el gobierno e iniciar el juicio político contra Maduro. De hecho Voluntad Popular, partido liderado por Leopoldo López, ha ratificado antes y durante los diálogos que no hay garantías para sentarse a negociar.

Ante la supuesta división y las últimas acciones del gobierno, la MUD se encuentra en un momento que amenaza su estabilidad interna y su credibilidad frente a los venezolanos. La escasez alimentaria, la inflación prevista en 700% y la inseguridad, hacen que la gente pida una solución inmediata a la crisis, que no se ve por ningún lado.

Jesús Torrealba, secretario de la MUD, dijo en su programa radial, “La fuerza es la Unión”, que el Gobierno intenta dividir a la oposición. “La división es la joya de la corona que quiere el régimen y eso no hay que permitirlo”, anunció el dirigente, respondiendo a los rumores sobre una supuesta ruptura en la oposición. También llamó a “los opositores a estar unidos”, insistiendo que la división es lo peor que puede pasar en un momento en que se ve cerca la salida del chavismo del poder.

El Nacional, uno de los principales diarios de oposición en Venezuela, escribió en su editorial de ayer, titulado “Diálogo e impaciencia”, que existe una “exagerada condescendencia con las opiniones del adversario”, refiriéndose al comunicado conjunto que la MUD leyó junto al oficialismo el viernes pasado, tras salir de la reunión en un hotel de Caracas.

“Resulta difícil explicar que ahora la MUD suscriba un comunicado conjunto con un sistema reñido con la legalidad y dependiente de la arbitrariedad”, dice el Nacional, criticando la mesa de diálogos con el chavismo. Hay muchos sectores que no están de acuerdo con sentarse con el oficialismo y opinan que es un camino lento e infectivo, ante la creciente tensión en las calles venezolanas.

Tanto Maduro y Cabello, como Ramos Allup, desde sus orillas, han criticado los acuerdos. Sus declaraciones han ido en dirección contraria a la de los  representantes de la oposición y el oficialismo que han reconocido la importancia de continuar en la mesa convocada por el Vaticano.

Luis Aquiles, subsecretario del partido Acción Democrática,  Carlos Ocariz, Torrealba y el diputado Timoteo Zambrano, presenciaron la reunión del viernes en representación de la MUD y dijeron que intentan una salida negociada a la crisis, al tanto que El Aissami, gobernador de Anzoategui, Elías Jaua, Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, y Roy Chaderton, miembros del oficialismo,  expresaron su intención de seguir dialogando.

Según la agenda acordada  por las partes, luego de esta semana, en la que se supone que se le levantará el desacato a la Asamblea Nacional, trámite que parece improbable luego de la admisión del tribunal para impedir cualquier acto de esta, el paso a seguir será convocar a elecciones en Amazonas,  del 20 de noviembre al 3 de diciembre.

Luego de las votaciones, el Consejo Nacional Electoral deberá nombrar dos nuevos rectores, con el fin que la institución se torne imparcial y objetiva en sus decisiones. Si cada uno de estos temas se cumplen a cabalidad, el 6 de diciembre las partes se volverán a reunir.

Pero los gestos en contra del diálogo, como el de ayer, hacen que los venezolanos y parte importante de la oposición crean que es hora de levantarse de la mesa. La ruptura, sin embargo, podría elevar la crispación social y derivar, según algunos analistas, en una guerra civil.

Pedro Pablo Aguilar, director del departamento de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal, dijo que si le mesa de diálogo no avanza, es “posible” que haya una guerra civil. Según el clerigo, en diálogo con EFE, el gobierno tiene milicias y colectivo armados que han sembrado “un lenguaje de odio”.

Cada día, la situación en Venezuela se vuelve más difícil. Centenares de empresas están dejando el país en medio de un éxodo masivo  de ciudadanos a países vecinos, como Colombia.  Los gestos del chavismo esta semana definirán si la oposición se levanta o no de la mesa.