El gobierno venezolano informó este martes que administrará de manera temporal la cadena de electrodomésticos Daka, el primero de numerosos comercios en ser inspeccionado acusado de usura y especulación en el marco de una campaña de reducción de precios.
"El Ministerio de Comercio ordenó al Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios dictar medida privativa de ocupación y operatividad temporal a la red de tiendas Daka en toda Venezuela", informó el ministerio de Información y Comunicación.
Esta medida fue publicada en la Gaceta Oficial y regirá para las dos tiendas de Daka en Caracas y las tres que tiene en el interior del país.
El coronel Hermes Josué Carreño, director del Servicio Desconcentrado de Bienes de las Fuerzas Armadas, fue designado para "nombrar la junta de administración que llevará adelante la medida de ocupación y operatividad temporal", añadió la fuente.
El pasado 8 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro ordenó la intervención de Daka, acusada de elevar hasta en 1.000% los precios de los electrodomésticos y obligada a reducirlos.
Otros comercios de electrodomésticos, textil, zapatos, repuestos de autos y otros rubros, principalmente en centros comerciales, han sido inspeccionados por las autoridades, que han aplicado reducciones de precios en algunos casos de hasta 70%.
Esto ha provocado que multitudes de venezolanos, en plena temporada prenavideña y tras cobrar sus bonos anuales, se agolpen masivamente en centros comerciales.
La oposición y empresarios han criticado estas inspecciones por considerar que tienen fines electorales en la antesala de los comicios municipales que se realizan el 8 de diciembre, considerados un plebiscito de la gestión de Maduro.
El presidente sostiene de su lado que estas acciones son parte de su estrategia para "derrotar" una supuesta "guerra económica" de empresarios ligados a la oposición de Venezuela, país golpeado por una severa crisis económica con una inflación anualizada de 54%.
Los comerciantes atribuyen las alzas de precios al férreo control cambiario, que restringe la venta de dólares al precio oficial de 6,30 bolívares mientras que en el mercado negro el billete verde supera en más de ocho veces es tasa.