El asesinato de un dirigente opositor venezolano fue condenado hoy por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que también expresó preocupación por la violencia contra manifestantes y periodistas en recientes protestas antigubernamentales.
Germán Mavare, dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT), partido que forma parte de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fue asesinado de un tiro en la cabeza por desconocidos que viajaban en motocicleta en una vía de la ciudad de Barquisimeto, en el noroeste de Venezuela.
La Fiscalía venezolana abrió una investigación sobre el crimen, cometido el pasado 5 de mayo.
En un comunicado, la CIDH condenó el asesinato y llamó a las autoridades venezolanas "a conducir esta investigación con apego al debido proceso hasta esclarecer los hechos y procesar y sancionar a los responsables materiales y, si los hubiere, intelectuales".
La Comisión, ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), expresó por otro lado su preocupación por las agresiones contra manifestantes durante recientes protestas por el deterioro en el acceso a la alimentación, el agua y la salud.
El Estado venezolano debe adoptar "medidas urgentes" para garantizar el ejercicio "libre de violencia y hostigamiento" de la reunión pacífica y la libertad de expresión, señaló la CIDH, subrayando que el papel de las fuerzas de seguridad es de garantizar esos derechos y proteger a los manifestantes.
El organismo también resaltó que en varias oportunidades periodistas que cubrían las manifestaciones fueron agredidos por simpatizantes del gobierno y fuerzas de seguridad. En algunos casos su material fotografiado o grabado fue confiscado.
"El Estado tiene el deber de garantizar que periodistas y comunicadores que se encuentran realizando su labor en el marco de manifestaciones públicas y situaciones de interés público, no sean detenidos, agredidos, ni su material destruido ni confiscado", añadió la CIDH.
La crisis venezolana entró esta semana en una nueva etapa de tensiones, con un país bajo estado de excepción y los opositores resueltos a seguir presionando en la calle por un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Mientras tanto, el descontento popular refleja una creciente escasez de alimentos básicos y medicinas, además de los cortes cotidianos de luz y agua, y la inflación más alta del mundo.
El no gubernamental Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social contabilizó 107 saqueos y conatos de saqueo en el primer trimestre de este año. /AFP