El Vaticano "saludó" la decisión de la ONU de conceder un estatuto de observador no miembro a Palestina aunque estimó que "no es una solución suficiente para los problemas de la región".

En un comunicado, la Santa Sede estimó que la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas "expresa los sentimientos de la mayoría de miembros de la comunidad internacional y confiere a los palestinos una presencia más significativa en las Naciones Unidas".

Pero el Vaticano instó a todas las partes implicadas a "comprometerse resueltamente a favor de la construcción de la paz y estabilidad en la justicia y el respeto de las aspiraciones legítimas, tanto los israelíes como los palestinos".

La Santa Sede recalcó que siempre ha puesto cuidado en "estar por encima de las partes y actuar de conformidad con su naturaleza religiosa y con la misión universal que le caracteriza".

"La paz requiere decisiones valientes", estimó el Vaticano.

En su comunicado, el Vaticano recordó también "la posición común expresada por la Santa Sede y la OLP en su acuerdo fundamental del 15 de febrero de 2000 a favor del reconocimiento de un estatuto especial garantizado internacionalmente para la ciudad de Jerusalén".

Dicho estatuto permitiría "preservar la libertad de religión y conciencia, la identidad y el carácter de Jerusalén como Ciudad Santa, así como el respeto de los Lugares Santos que en ella se encuentran y el acceso a esos mismos Lugares Santos", según le Vaticano.