Pese a la prohibición del uso de pólvora y a las campañas de prevención, en lo que va corrido de diciembre se han registrado 243 casos de personas quemadas, de los cuales 166 son menores de edad.
Según el director del Icbf, Diego Molano, estas cifras representan un incremento del 30 por ciento con respecto al año 2010.
“Esto prende todas las alertas y las alarmas y a los adultos para que no se les dé ni una ‘chispita’ a los niños en esta época decembrina. Un niño quemado es un desastre para una familia” dijo Molano.
Para el ICBF las afectaciones de un niño quemado no sólo son físicas sino también psicológicas por lo que “no puede ser que aún con todas las campañas que se han llevado a cabo hayan más casos de niños quemados”, agregó Molano.
Molano agregó que ante esta situación, el Intituto ha instaurado 24 denuncias penales y ha iniciado 56 procesos de restitución de derechos en donde se van a tomar desiciones con respecto a las sanciones, que pueden ir desde amonestaciones, talleres pedagógicos o pérdida de la patria potestad del niño.
Finalmente señaló que las regiones que mayor número de niños quemados registra son: Antioquia, Valle del Cauca y los departamentos del Eje Cafetero, concentrando un 60 por ciento del número de casos reportados.