La semana anterior el presidente del Partido Conservador, senador Efraín Cepeda, presentó un proyecto al Congreso, que busca establecer un periodo de vacaciones anuales para el cargo de presidente de la República.
La iniciativa contempla que el Presidente tendrá derecho a quince días hábiles de vacaciones, por cada año de servicio, que podrá usarlas en días continuos o discontinuos, y en todo caso deberá tomar al menos 7 días al año, de los 15 a que tiene derecho, previa notificación al Senado de la República.
También menciona que si dentro de los seis meses siguientes a la fecha de haberse cumplido el año para obtener el derecho a las vacaciones, el Presidente no ha notificado de la fecha en que las tomará, el Senado en pleno determinará la fecha en que deba tomarlas.
Así mismo indica que durante la ausencia temporal por vacaciones del Presidente, lo remplazará un Ministro en el orden que establece el Artículo 17 de la Ley 1444 de 2011.
El Senador conservador precisó que “el Presidente como suprema autoridad administrativa del país, es responsable del buen manejo de la función pública nacional, y por lo tanto, tiene múltiples compromisos laborales. Estas razones le imponen llevar una vida bastante atosigada con actos que le generan estrés, que a su vez terminan siendo el motivo de muchas enfermedades, como ansiedad, angustia y agotamiento que podrían conllevarlo, incluso, hasta la muerte”.
Por su parte el senador Juan Carlos Restrepo (Partido Cambio Radical) vio con buenos ojos la medida: “Me parece razonable, yo creo que todo el mundo tiene derecho a descansar. Si se ha presentado un proyecto que obligue al descanso, me parece válido para el Presidente”.
En tanto que el senador Carlos Ferro (Partido Social de Unidad Nacional –La U) consideró que no es viable la iniciativa. “Yo creo que como todos los colombianos se supone que debería tener derecho a unas vacaciones, pero entiendo que por la responsabilidad que demanda el cargo de presidente de la República, todos los compromisos que tiene y la responsabilidad de gobernar, de pronto sería inviable desde el punto de vista de la practicidad en relación con la importancia que tiene el cargo”.