V foro sobre justicia transicional | El Nuevo Siglo
Lunes, 4 de Agosto de 2014

La justicia transicional es una de las herramientas más importantes para avanzar en el camino de la paz en el país. Esta es una de las principales conclusiones que dejó el IV Foro Regional de Justicia Transicional que se desarrolló en Pereira este fin de semana.

“Sin duda alguna, el marco normativo que brinda la justicia transicional es una de las herramientas más valiosas para allanar las sendas de la paz en el país, de ahí que el artículo 8 de la Ley 1448 establezca la justicia transicional como uno de sus principios rectores; satisfacer los derechos a la justicia, la verdad y la reparación integral a las víctimas, es un compromiso contundente del Estado que requiere el respaldo de todo el pueblo colombiano”, precisó Ómar Alonso Toro Sánchez, director territorial para el Eje Cafetero de la Unidad para las Víctimas.

El funcionario añadió que con este Foro se pudo conocer desde varias instancias los contenidos y mecanismos de la justicia transicional, “un espacio que nos permitió reflexionar sobre varios aspectos con los que contamos como Estado para lograr la paz”.

Por otra parte Catalina Díaz Gómez, directora de Justicia Transicional del Ministerio de Justicia y del Derecho, aseguró que uno de los principales propósitos de la justicia transicional es el reconocimiento de las víctimas y su reparación, además de garantizar que las violaciones a los derechos humanos de esta población no se repitan.

“La justicia transicional cuenta con unos mecanismos especiales de justicia, entre los que se destacan la conformación de comisiones de la verdad, garantías de no repetición y la reparación integral a las víctimas”, acotó Catalina Díaz.

A través de cuatro mesas temáticas se abordaron aspectos fundamentales en un proceso de posconflicto como la verdad, la justicia, la reparación integral a las víctimas y las garantías de no repetición, buscando formar gestores y promotores de la justicia para la reconciliación y la paz.

Este foro contó con la participación de 400 personas entre víctimas, reinsertados, académicos, organizaciones sociales, y demás representantes de la sociedad civil de Caldas, Quindío y Risaralda.