A partir del próximo 1 de julio, la tasa de usura que aplica para las compras con tarjetas de crédito y créditos de consumo bajaría casi 1%.
Así lo anunció el superintendente Financiero, Jorge Castaño, al hablar ante la Asamblea de la Convención Bancaria que se realiza en Cartagena, quien explicó que para el periodo de julio a septiembre certificará una nueva tasa de interés corriente que tendría una reducción de hasta el 1%, con lo cual se establece el nivel de usura.
"La proporción de la disminución depende de las transacciones que se realicen este mes, pero podemos prever que están alrededor de 80 o 100 puntos básicos", dijo ante los banqueros reunidos en la ciudad heroica.
Castaño sostuvo que la disminución se explica por el comportamiento de las tasas de interés tanto en materia comercial como de consumo que han manejado en el último periodo los bancos comerciales.
Esto quiere decir que la tasa de usura, que actualmente está en 33,5%, podría ubicarse en 31% efectivo anual, aproximadamente.
El superintendente recordó que aquellos establecimientos financieros que cobren tasas superiores a la usura, estarían cometiendo un delito que tiene cárcel.
Cartera de crédito
Es cierto, dijo el Superfinanciero, las cifras no son las más deseables, pero tampoco son las que caracterizan un escenario crítico en el sistema. Sin embargo, las tendencias son alarmas importantes que debemos atender todos.
Los principales indicadores de cartera muestran que a abril de 2017 creció un 2,6% real, donde el menor crecimiento de la cartera comercial impactó este indicador. La cartera vencida ha venido acelerándose a tasas de 32%, los indicadores de calidad pasaron de 4% a 4,2%, y las provisiones han crecido a un ritmo de 14,1% en la medida en que se han venido reconociendo los deterioros.
Dijo que “más allá de esforzarnos por calificar esta situación, lo más importante es el cómo actuamos. Es natural que menores crecimientos en una economía se traduzcan en una menor demanda de créditos, así como también es natural que en reacomodos de la economía se presenten incrementos en el deterioro de la calidad crediticia de algunos deudores”.
Que sea natural no significa que no sea objeto de atención y reacción; aseguró y señaló que sin embargo, dicha atención no puede basarse exclusivamente en tratar de explicar caso a caso los deterioros como si se tratasen de hechos atípicos o aislados. “Debemos ir más allá y encontrar el común denominador de todos estos eventos, para enfocar nuestros esfuerzos utilizando todas las herramientas que he venido mencionando”.
No “echemos en saco roto” los mensajes de atención de los organismos multilaterales y calificadoras, quienes al tiempo que resaltan la solidez del sistema financiero en muchos frentes, también hacen un llamado a la autocrítica en materia de algunas políticas de crédito y mejoras al capital, discusión que debe darse en el corto plazo.
Igualmente anunció dos temas importantes, el primero que en coordinación con Fogafin, la Superfinanciera conformará un grupo de trabajo interinstitucional con el propósito de asegurar a todos los miembros de la Red de Seguridad Financiera la organización, priorización y sobre todo, el desarrollo operativo para la implementación del conjunto de herramientas existentes en la regulación para resolver problemas con entidades financieras, asegurando la protección de los ahorros del público en el sistema financiero.
El segundo tema está asociado a la definición de un entorno propicio en el que los innovadores de productos y soluciones de FinTech puedan desarrollarse garantizando la estabilidad financiera, la adecuada protección al consumidor, la gestión de riesgos de las actividades, en especial de lavado de activos y operativo, para lo cual se aprovechará el reciente grupo de trabajo sobre tecnología financiera creado al interior de la Superintendencia Financiera.