La polémica por el uso de las llamadas pistolas de descargas eléctricas por parte de la Policía llega al Congreso.
La discusión empezó hace tres semanas al conocerse que la Policía había adquirido un lote de estos dispositivos de descargas eléctricas, tipo Taser, y que evalúa usarlas en determinadas circunstancias de alteración del orden público o neutralización de la delincuencia.
En la plenaria de la Cámara y en la Comisión Segunda del Senado se llevarán a cabo debates sobre el uso de las armas eléctricas. Y para ello están citados los ministros de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y el del Interior Juan Fernando Cristo.
También estarán invitados el exvicepresidente Angelino Garzón, así como el Personero de Bogotá, el Defensor del Pueblo, el director de la Policía Metropolitana de Bogotá, el Procurador General y hasta un vocero de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE).
El debate en la Cámara es promovido por el representante Juan Carlos Lozada, del Partido Liberal, quien manifestó que lo que quiere “es que le aclare al país y al Congreso el uso de estas armas eléctricas, en concreto las 100 de este tipo que compró la Policía Metropolitana de Bogotá, de referencia TX 26”.
Lozada explicó que esas armas, que según el general Édgar Sánchez Guatibonza, de la comandancia policial capitalina, no son letales, “… en su propia página de Internet (de las armas) dice que son de letalidad reducida, lo que quiere decir es que tienen un riesgo de ser letales, es decir no pueden ser no letales y se podrían utilizar hasta en mujeres embarazadas”.
Recordó el parlamentario que el reporte de organización Amnistía Internacional de 2013 advirtió que “entre el 2001 y 2012 hubo en el planeta 450 muertes por causa de la descarga eléctrica que producen las TX26. Lo que quiero es que ellos (las autoridades) aclaren este tema, que le digan al país que están utilizando un arma que es potencialmente letal y no que le digan que no es letal”.
Puntualizó el Representante que tiene informes de los Estados Unidos que dicen que por lo menos hubo 8 autopsias a personas que murieron por un paro cardíaco o un paro respiratorio, posteriormente a ser impactados por una TX26. “Queremos saber realmente cuál es el protocolo de utilización de esas pistolas, por qué se dice que las van a utilizar para controlar manifestaciones, hecho que me parece muy grave”, sostuvo.
A su turno, el presidente de la Comisión Primera de la Cámara, Jaime Buenahora, sostuvo que es importante desarrollar ese debate porque es indispensable implementar una gran cultura y capacitación dentro del cuerpo policivo o cualquier entidad de las Fuerzas Armadas que vaya a utilizar estos dispositivos.
“El debate es válido, hay que darlo, Colombia no es el único país que comienza a utilizar esta tecnología y creo que alrededor del uso de esas armas hay que legislar para saber si dentro de unos parámetros de justicia y limitaciones se permite su uso”, afirmó.
Añadió que, desde luego, tiene que haber unas limitaciones en el uso de estos dispositivos de descargas eléctricas. Advirtió que considerar estas armas letales llevaría a que se rechacen de inmediato. “Son armas que buscan prevenir hechos mayores y, en ese sentido, no pueden ser armas letales”, explicó.
Subrayó que lo que ocurre es que en muchas ocasiones los choques eléctricos no son recibidos de la misma manera por los organismos de las personas.
Otro debate
También en la Comisión Segunda del Senado el mismo miércoles en las horas de la mañana, el presidente de esta célula legislativa, Jimmy Chamorro, citó al Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, para debatir este tema.
“Este es un tema que debemos estudiar muy bien dentro del Congreso, queremos un informe detallado desde el punto de vista técnico y médico, pero también a la luz de los derechos humanos”, indicó Chamorro.
Agregó que el país se tiene que preguntar qué tan conveniente es usar ese tipo de mecanismos para cumplir el marco legal de actuación de la Policía. “En algunos casos se ha demostrado que podrían ser letales como, por ejemplo, cuando la persona tiene algún dispositivo cardiaco o un marcapasos, o cuando la persona está con altos niveles de alcohol en su cuerpo”, sostuvo el senador.
La defensa
El propio ministro Pinzón dijo a la prensa días atrás que “la Policía Nacional sigue en su proceso de modernización, de encontrar cómo tener herramientas que causen el menor daño a los ciudadanos, incluso cuando han violado la ley y es necesario aplicar la fuerza”.
El jefe de la cartera defendió la utilización de estas armas y puso varios ejemplos a nivel internacional. “… Me parece que vayamos avanzando en este tipo de tecnología. De todas maneras (los dispositivos) causan menos daño que un arma de fuego e invitaría a que miráramos eso en esa perspectiva”.
A su turno, el general Rodolfo Palomino, director de la Policía Nacional, aseguró “la idea es limitar al máximo el uso de armas de fuego, debemos garantizar la vida de todos, hasta de los victimarios”.
También manifestó que entiende el debate “pero solo se usarán (estas armas) para causar el menor daño ante inminentes peligros”.
Opiniones médicas
El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, señaló que por el momento su cartera está recopilando toda la información para entregar una opinión más acertada acerca del efecto que puede tener sobre el ser humano el ser impactado por estas descargas.
“Nos han preguntado informalmente, pero aún no nos han citado, pero ya pedí que recogieran toda la información”, afirmó el ministro.
El neurocirujano Juan Carlos Luque, Jefe del Área de neurocirugía del Hospital Militar de Bogotá, opina que si las Taser son usadas de manera indiscriminada, “sin un adecuado control”, pueden llegar a ser perjudiciales, pero no ocurre así cuando son bien manejadas.
“Estas armas tienen unos márgenes de seguridad y no hay registros de personas que queden con secuelas. El uso del Taser no tiene efectos acumulativos en el cuerpo”, dice el especialista.
Carlos Fernando Vargas, director de la Clínica de Leticia, dijo que estas armas se utilizan para evitar problemas mayores, como al disolver manifestaciones, pero aceptó que una persona que tenga marcapasos o que sufra del corazón, en efecto, si es impactada, podría tener consecuencias negativas. Aseveró que estos dispositivos “no son letales y lo que se busca es sustituir las armas de fuego… Eso es para evitar las armas de fuego y se aplique ante cualquier persona que esté agresiva”.
Más voces
Según el presidente del Senado, José David Name, en otros países se culpa a estos dispositivos de muertes de jóvenes, pero señaló que tiene que informarse más a profundidad acerca del tema.
Entre tanto, el exalcalde de Neiva, Héctor Javier Osorio, sostuvo que “la experiencia en otros países demuestra la utilidad (de los dispositivos), siempre con una gran capacitación de la Fuerza Pública en su utilización y orientada a los casos graves de ataques a las autoridades”.
Para el exsenador Édgar Espíndola, presidente del partido Opción Ciudadana, las pistolas de descargas eléctricas son armas disuasivas, ya que no pretenden herir gravemente a una persona, sino dejarla inactiva y someterla a la autoridad. “Estas se utilizan cuando hay personas agresivas y son agresivas en contra de la Fuerza Pública. En los Estados Unidos es muy frecuente la utilización de estas armas”, explicó.
Por último el exsenador Juan Carlos Vélez Uribe, del Centro Democrático, señaló que si en los Estados Unidos utilizan este tipo de armas, es porque existen estudios serios que prueban que no son letales. “Me parece que eso no es letal y más aún desde que la utiliza la Policía en Estados Unidos… Eso significa que tienen estudios al respecto. Hay excepciones, por ejemplo, un exceso en el uso de un arma, cualquiera sea. Coja usted a una persona a bolillo y verá que la mata”, indicó.
A favor
Para el general (r) de la Policía, José Leonardo Gallego, este tipo de armas está diseñada y llevada al mercado, precisamente, para no causar daño, heridas o muertes, que es lo que se quiere evitar.
Manifestó que la idea es utilizarlas en remplazo de las armas de fuego, que sí pueden ocasionar lesiones graves. Precisó que esta clase de dispositivos de descargas eléctricas requiere el empleo de técnicas, las mismas que deben enseñarse así como las circunstancias cuando pueden emplearse.
Piden protocolo de uso
El defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, afirmó que la Policía debe presentar el protocolo de uso de las pistolas Taser para especificar quiénes podrán utilizarlas y en qué tipo de circunstancias.
Otálora manifestó su desacuerdo en torno a que este tipo de armas sean utilizadas contra estudiantes. “Si los dispositivos Taser se van a utilizar contra manifestantes estudiantiles, no estaría de acuerdo. Pero si, por el contrario, es para utilizarlas en contra de delincuencia organizada, en lugar de utilizar armas de fuego y que se pueda así neutralizarla, bienvenida sea”, señaló.
El Defensor del Pueblo dijo que está a la espera de la evaluación técnica que permita determinar con precisión los efectos que tendría sobre las personas el uso de estas pistolas eléctricas. El Instituto de Medicina Legal sería el encargado de avanzar ese informe, según petición hecha días atrás.
Peros en ciudades
El secretario de Gobierno de Bogotá, Hugo Zárrate, aseguró que aunque las armas son competencia de la Policía, el gobierno de la ciudad no comparte las medidas represivas.
"No estamos de acuerdo con el uso de armas que violenten la integridad de las personas. Las pistolas eléctricas tienen mucha discusión en el mundo. En principio el alcalde Gustavo Petro y el Distrito no están de acuerdo con armas que pongan en riesgo a las personas. Esos dispositivos pueden agravar la represión y la Bogotá Humana no es parte de eso", dijo Zárrate.
Precisamente ya el gobierno de Bogotá le pidió al general Sánchez Guatibonza información detallada sobre su uso.
Incluso, la Personería de Cali recomendó a la Policía no utilizar esta clase de armas. La entidad considera que no existe un estudio médico preciso sobre el grado de letalidad de estos artefactos ni sobre sus posibles efectos secundarios.
Como se ve, el debate alrededor de este tipo de armas está candente pero es claro que una vez llegue al Congreso se empezará a clarificar si se permite o no su uso.