Viernes, 26 de Agosto de 2011
Por orden del presidente Felipe Calderon, la Fiscalía ofreció 2,4 millones de dólares como recompensa a quienes ayuden a dar con el paradero de los responsables del ataque a un casino de Monterrey, a quienes el primer mandatario calificó de "terroristas".
la Procuraduría General de la República advirtió que "por instrucciones del presidente Felipe Calderón" se entregará la suma de 30 millones de pesos mexicanos "a quien o quienes proporcionen información veraz y útil que permita la identificación, localización, detención y/o arresto de los responsables del atentado que el día de ayer causó al menos 52 muertos.
"Es evidente que no enfrentamos a delincuentes comunes sino a verdaderos terroristas que han superado todos los límites", aseguró el mandatario en una declaración a medios de prensa efectuada en su residencia oficial, antes de partir hacia Monterrey. El presidente expresó sus condolencias y decretó tres días de duelo nacional a partir del jueves frente a lo que consideró como el "más grave atentado contra la población civil inocente que haya visto el país en mucho tiempo".
Un grupo armado asaltó e incendió el jueves el casino Royale de Monterrey, tercera ciudad de México, dejando un balance provisional de 52 muertos y una decena de lesionados.
Calderon también reclamó al gobierno de Estados Unidos que sea más eficiente en la lucha contra el consumo de drogas en su país y que detenga la venta de armas de alto poder, que alimentan al crimen organizado mexicano. "Es mi deber hacer un llamado a la sociedad, al Congreso y al gobierno de Estados Unidos. Les pido que reflexionen acerca de la tragedia que estamos viviendo en México y muchos países latinoamericanos". "Somos vecinos, aliados, amigos, pero también ustedes son responsables", reclamó el mandatario.
El presidente anunció que se enviarán más fuerzas de seguridad al estado de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, y al resto del noreste de México, que padece desde hace más de un año y medio una espiral de violencia atribuida a un enfrentamiento entre los anteriormente aliados cárteles del Golfo y Los Zetas.
Calderón, que a su llegada a la presidencia a fines de 2006 lanzó una ofensiva antidrogas que cuenta con 50.000 soldados, advirtió que a los criminales "tenemos que enfrentarlos con mayor contundencia".