Uruguayos van a las urnas en inicio de carrera electoral | El Nuevo Siglo
Viernes, 30 de Mayo de 2014

Los uruguayos eligen el domingo a los candidatos de cada partido en comicios internos que anteceden a las elecciones nacionales de octubre, en el inicio de la larga carrera electoral para suceder al presidente José Mujica.

 

En una elección en la que el voto no es obligatorio, solo uno de los principales partidos políticos del país presenta una interna reñida y con dudas sobre el resultado final, según las encuestas divulgadas en los últimos días, antes que comenzara este viernes la veda electoral.

La Constitución impide al popular exguerrillero Mujica mantenerse en la presidencia, y su antecesor, el oncólogo Tabaré Vázquez (2005-2010), de 74 años años e integrante de la misma coalición de izquierda Frente Amplio (FA), se perfila como el gran favorito para sucederlo.

Bajo el lema "Vamos bien", Vázquez prometió en su acto de cierre de la campaña de las internas partidarias, en la noche del jueves, "un tercer gobierno de izquierda, porque será de continuidad y de cambio".

Con menor caudal electoral, la otra candidata del FA es la senadora Constanza Moreira, una doctora en Ciencias Políticas de 54 años que saltó a la política y al parlamento en 2010 y que con críticas a las "viejas fórmulas del pasado" de la izquierda busca presentarse como cabeza de lo que considera una renovación generacional ineludible del partido de gobierno.

 

"Cuando los dinosaurios se van, emergemos nosotros", ironizó Moreira el jueves en su último acto.

 

En el gobierno desde 2005, el FA se juega en las elecciones de octubre próximo mantenerse en el poder con la mayoría parlamentaria de la que ha gozado hasta ahora.

 

En la oposición, donde además de reclamos por mejor educación y seguridad se le critica al gobierno no haber aprovechado la última década de crecimiento económico, los tradicionales Partido Colorado y Nacional se presentan como los principales aspirantes a arrebatarle la presidencia a la izquierda.

 

La gran incógnita para el domingo es quién será el candidato del Partido Nacional o "blanco", donde el senador Jorge Larrañaga compite con el diputado Luis Lacalle Pou y según las encuestas será un final "cabeza a cabeza".

 

Larrañaga, que fue derrotado en las elecciones de 2004 por Tabaré Vázquez y compite por cuarta vez en una interna, promueve mejoras en la educación y una reducción de impuestos a la clase media, mientras que Lacalle Pou, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), se lanza al ruedo por primera vez bajo la consigna "Por la positiva" y con propuestas en educación y mejor administración del gasto público.

Lacalle también acompaña una consulta para bajar la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años para delitos graves, que se someterá a voto popular junto con la elección general de octubre.

- Histórico Partido Colorado busca fortalecerse -

Entre los colorados, el senador Pedro Bordaberry es el favorito para encabezar la fórmula presidencial por segunda vez consecutiva.

Con 54 años, el legislador y ministro de Turismo durante el gobierno de Jorge Batlle (2000-2005), es hijo del exdictador Juan María Bordaberry, condenado en 2010 por crímenes durante la última dictadura (1973-1985) y fallecido en 2011.

Bordaberry, que promueve un país "donde se pueda vivir en paz", fue el principal impulsor de la consulta para bajar la edad de imputabilidad penal.

Su principal contendiente entre los colorados es el senador José Amorín Batlle.

Para ambos, el mayor desafío es superar el magro desempeño del partido Colorado -que históricamente es el que más tiempo ha gobernado el país- de las últimas elecciones, donde logró apenas 12% del total de sufragios.

El Partido Independiente, minoritario y donde no hay disputa de candidaturas, busca marcar presencia para intentar mejorar su posición parlamentaria, donde actualmente cuenta con dos diputados en la Cámara, que tiene un total de 99.

En los últimos días y hasta última hora del jueves los candidatos intensificaron sus campañas publicitarias y en las calles, con actos proselitistas y reparto de listas buscando aumentar una participación que según las encuestas rondaría el 40% del electorado.

Además de elegir a los candidatos únicos a la presidencia de cada partido, el voto permite elegir el órgano deliberativo nacional y el departamental de cada colectividad.