La selección uruguaya, ya sin Luis Suárez que abandonó la expedición, llegó este jueves a Rio de Janeiro para preparar el partido de octavos de final del Mundial 2014 que disputará el sábado en el estadio Maracaná ante Colombia.

Con el apoyo de una decena de aficionados uruguayos y escoltada por agentes de la Policía Federal, la Celeste accedió al hotel en el que se hospedará en Rio de Janeiro. Decenas de periodistas de todo el mundo aguardaban su llegada, pero ningún miembro de la expedición quiso hablar ni atender a los hinchas que esperaban.

El gran revuelo se debe a la sanción a Luis Suárez que anunció este jueves la FIFA. El delantero fue suspendido con nueve partidos internacionales y cuatro meses de toda actividad relacionada con el fútbol después de haber mordido a Giorgio Chiellini en el Uruguay-Italia del martes.

La sanción impidió que Suárez se desplazara con sus compañeros hasta Rio de Janeiro, por lo que se quedó en Natal desde donde tomará directamente un vuelo hacia Montevideo, según confirmó a la AFP un dirigente de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

Con pancartas que rezaban 'FIFA - Conmebol corruptos', 'Moralidad barata' o 'Luisito, estamos contigo' y entre cánticos de apoyo a la selección y al futbolista, los hinchas uruguayos expresaron su indignación.

"Es una exageración total que no pueda estar ni con sus compañeros. Tal vez un partido habría sido suficiente, lo que tiene indignado al pueblo es el exceso", expresó Ricardo Pavón, de 32 años.

"Espero que la FIFA continúe de oficio como hasta ahora. Se han visto un montón de faltas desleales y horrores en el partido inaugural y nadie sancionó al juez japonés", expresó Paul Martin, de 40 años. "Con Uruguay en la cancha, siempre hay esperanza", añadió.