El declive del comercio en el Mercosur, sumado a las rigideces que imponen las reglas del bloque, han llevado al gobierno de Tabaré Vázquez a embarcarse en una cruzada para lograr que sus socios le permitan negociar acuerdos fuera del grupo.
"Vamos a poner todas nuestras energías en una negociación que reclame flexibilidad" al Mercosur "reconociendo los problemas que puedan tener nuestros socios y dándoles tiempo para corregirlos, pero pidiendo como compensación la flexibilidad que Uruguay necesita para ir afuera", dijo el martes el ministro de Economía, Danilo Astori.
Sus expresiones resumen la postura que ha exhibido desde el primero de marzo el gobierno de Vázquez, que observa cómo el deterioro de la economía brasileña y la tónica recesiva de la economía argentina -las dos mayores del Mercosur que completan Paraguay y Venezuela-, afectan los intercambios comerciales.
Las cifras de la Unión local de Exportadores son elocuentes.
Entre enero y marzo de 2015, las ventas uruguayas a Brasil cayeron 23,31% con relación a igual período de 2014; hacia Argentina, la baja fue menos pronunciada, de 5,33%, pero importante por tratarse en muchos casos de productos que no encuentran fácilmente otros destinos.
En el caso de Venezuela el derrumbe fue de 75% y golpeó especialmente a la industria láctea, importante generadora de puestos de trabajo en el país.
Mientras tanto, hacia otros destinos con los cuales el país no tiene acuerdos comerciales, las ventas se dispararon. Es el caso del 41,87% de aumento hacia Estados Unidos.
Así las cosas, con una economía que lleva 12 años ininterrumpidos de crecimiento pero que enfrenta un escenario regional incierto, la preocupación es patente en Montevideo.
Argentina y Brasil "complican mucho la situación regional", dijo Astori ante empresarios. "No recuerdo en las últimas décadas una situación en la que tengamos problemas con los dos grandes vecinos" a la vez, indicó.
- Los acuerdos extra zona -
Los socios del Mercosur, fundado en 1991, no pueden negociar acuerdos comerciales sin la anuencia de sus pares en el grupo. Pero para el gobierno uruguayo esta situación debería modificarse cuando el bloque "atraviesa su peor momento histórico".
"Es un momento en el cual el país está con Brasil y Argentina debilitados en su crecimiento, con los tipos de cambio aumentando de forma un poco desequilibrada", diagnosticó la economista Gabriela Mordecki, coordinadora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía de la Universidad de la República.
"Hay algunos productos que se quedaron sin mercados. Y sin poder negociar acuerdos de libre comercio es difícil obtener la rentabilidad equivalente que nos daría el Mercosur al poder entrar sin aranceles", explicó.
"Esta es la causa de porqué en este momento se vuelve a esta estrategia" de tratar de despegarse del bloque sin abandonarlo, resumió.
En efecto, Uruguay ya negoció acuerdos comerciales con México e Israel con el beneplácito de los demás socios del Mercosur. El propio Tabaré Vázquez cuando asumió por primera vez en 2005 coqueteó con la idea de un TLC con Estados Unidos. Pero la iniciativa murió antes de nacer sobre todo por oposición en filas de su partido, el Frente Amplio.
Ahora lo que busca es que se establezca dentro del Mercosur la posibilidad de avanzar a "ritmos y velocidades diferentes" y "bilateralmente", según explicó el canciller Rodolfo Nin Novoa en un documento oficial al que accedió la AFP.
- Unión Europea y un acuerdo de servicios -
En un intento por obtener el apoyo de Brasil, el gobierno uruguayo ha insistido en avanzar en las tratativas para un acuerdo con la Unión Europea.
Las negociaciones con la UE están empantanadas. A fines de marzo, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom, reconocía que hay "dificultades" para avanzar.
El año pasado se anunció varias veces que tendría lugar el intercambio de ofertas arancelarias -clave de todo acuerdo de libre comercio. Pero finalmente eso no ocurrió, en un contexto de crisis en Europa, deterioro de la economía brasileña, y sobre todo, medidas proteccionistas que rigen en Argentina.
Vázquez cuenta en su cruzada con el apoyo de los exportadores, principales interesados en sumar nuevos mercados pero, sobre todo, en paliar los efectos de la caída del muy importante comercio intra Mercosur.
"Hay que entender que hay países que no pueden ir a la misma velocidad, pero los otros países tienen que entender que hay otros que no pueden darse el lujo de esperar más tiempo", resumió a la AFP el presidente de la Unión de Exportadores, Álvaro Queijo.
Uruguay participa activamente además en las discusiones para un acuerdo global de liberalización en el sector servicios denominado TISA, que ha enfrentado al gobierno con los sindicatos.