El delantero Luis Suárez hizo su aparición estelar en la Copa del Mundo para rescatar a Uruguay con un doblete que le dio el triunfo 2-1 ante Inglaterra, que quedó sin apenas opciones de clasificar en esta segunda jornada del Grupo D.

Suárez, máximo goleador de la Premier League, jugó con problemas físicos pero volvió a hacer trizas a una defensa inglesa anotando dos dianas en los minutos 39 y 85, mientras la figura inglesa Wayne Rooney marcó en el 75.

Tras perder inesperadamente su primer partido ante Costa Rica (3-1), Uruguay se entregó a la reaparición de su estrella y Suárez respondió con el partido que siempre soñó hacer en un Mundial.

"Sí, lo soñé. Era algo que me lo imaginé muchísimas veces", reconoció el ariete del Liverpool inglés tras recibir el trofeo como mejor jugador del partido.

Uruguay igualó momentáneamente con tres puntos a Italia y Costa Rica, que se enfrentan el viernes en Recife.

Inglaterra, sin unidades, está casi condenada a una nueva decepción mundialista y quedará eliminada el viernes si Costa Rica gana o empata con la Azzurra.

"Nuestras opciones son increíblemente mínimas", reconoció el técnico inglés, Roy Hodgson, que dijo que su equipo quedó "devastado" por la crueldad de la derrota pero avanzó que no piensa dimitir.

Sin margen de error, ni a Uruguay ni a Inglaterra les servía un empate en la cancha del Arena Corinthians de Sao Paulo, envuelta en un clima frío y nublado familiar para los ingleses.

Hodgson volvió a sacar una alineación con cuatro delanteros y un mediocampo únicamente poblado por el capitán Steven Gerrard y su pareja del Liverpool Jordan Henderson.

'El Maestro' Tabárez, que había visto el daño que causaron a Italia los veloces Sterling y Sturridge, decidió que lo mejor era tapar las vías hacia los puntas y pidió a su ariete Cavani un desgaste adicional para tapar a Gerrard.

Uruguay lo fiaba todo a Suárez, a quien Tabárez había reservado en el debut ante Costa Rica pese al marcador en contra.

Tras un mes de baja, Suárez cumplió con las expectativas en su retorno y revolucionó a un equipo duramente cuestionado por la derrota ante la "Sele".

El hiperactivo Suárez, que presionaba tanto a la zaga inglesa como al árbitro, adelantó a la Celeste con un gol que inició él mismo en su propia cancha con un sutil pase hacia Lodeiro, que cedió a la entrada por la izquierda de Cavani.

El delantero del París Saint-Germain se frenó y envió un preciso pase al área por encima del central Cahill para la llegada de "El Pistolero", que sorprendió a Hart con un cabezazo al palo contrario.

- Final de película -

Inglaterra necesitaba encontrar el gol y su estrella Rooney seguía con la mala fortuna que le persigue en los tres Mundiales que ha disputado.

En una de las ocasiones que erró, Rooney estrelló en el larguero un remate de cabeza cuando estaba a sólo medio metro del arco, una pifia que quedará en el recuerdo de este Mundial.

En el 53 pudo empatar pero, después de deshacerse de su marcador con un buen control dentro del área, disparó centrado y desvió Muslera.

Los jugadores de Uruguay, semifinalista en Sudáfrica-2010, sacaron su gen competitivo y defendieron con uñas y dientes su corta ventaja pero Inglaterra los había arrinconado.

Al décimo partido en un Mundial, Rooney logró por fin celebrar un gol con un remate dentro del área después de un magnífico servicio desde la derecha del lateral Johnson.

El empate dejaba a los dos equipos con opciones escasas de clasificación y, a cinco minutos del final del tiempo reglamentario, un renqueante Suárez remató su épica actuación.

El delantero, que llevaba minutos jugando acalambrado, ganó una vez más la espalda a la defensa inglesa para cazar un largo servicio del arquero Muslera y fusilar a Hart.

"Cuando llegó la pelota, cerré los ojos y le pegué por todo lo que viví, por los que me apoyaron", recordó el jugador en la sala de prensa.

Después de haber salvado a su equipo, Suárez ya no aguantó más el dolor, se tumbó en el césped y pidió el cambio. Cuando el árbitro señaló el final todos sus compañeros fueron a buscarlo y lo levantaron del banquillo en volandas.

"Si esto fuera una película y alguien hubiera escrito este guión, sobre todo para los uruguayos, no pudo acabar mejor", dijo en la conferencia un aliviado Tabárez.